Volatilidad en zonas bajas

El Ibex 35, en poco más de un mes, ha pasado del máximo anual a marcar el pasado lunes un mínimo en 7.671,90 puntos, lo que representa quedar en rentabilidad negativa en el año. Aunque diversos factores atenazan las decisiones de inversión, el detonante de la pérdida es el alto precio del crudo.

La última semana en la Bolsa española ha ofrecido un balance muy discreto en la evolución bursátil al mejorar apenas el 0,35% el Ibex 35, aunque el dato es muy engañoso, pues la actuación diaria en el mercado ha tenido unos claros tintes de volatilidad que no muestra el balance semanal. El lunes se producía una fuerte caída en todos los mercados del mundo, debido a las tensiones geopolíticas y al alto precio del petróleo, que en el caso del mercado español dejaban al principal indicador en mínimos del año y, por primera vez, en rentabilidad negativa. No obstante, la jornada se vivió con especial dramatismo en los mercados asiáticos, donde las fuertes pérdidas hicieron revivir el fantasma de la crisis de hace unos años.

Pero rápidamente se demostró que la renta variable ha entrado en una fase de alta volatilidad que supone un riesgo añadido, sobre todo en las actuaciones a corto o medio plazo. En las dos jornadas siguientes a la consecución del mínimo anual la recuperación fue el común denominador, aunque el miércoles lo hizo por todo lo alto. El Ibex avanzó un 2,27% en lo que fue la mejor jornada de los últimos siete meses, además de servir para volver a dejar su nivel en positivo en términos anuales.

Las dos últimas sesiones de la semana han corregido en parte la recuperación comentada, aunque no han aportado actuaciones clarificadoras y buena prueba de ello son los bajos volúmenes de contratación diaria que se han registrado. De todas maneras, hay que valorar como positivo que la moderada subida del Ibex 35 en el ciclo es la primera que se produce después de cinco semanas consecutivas a la baja. Además, desde el cierre del pasado lunes en mínimos anuales la Bolsa española ha recuperado, a pesar de los recortes finales, un 1,75%.

El precio del petróleo ha dado en las últimas fechas una especie de tregua que ha sido aprovechado por los mercados para coger oxígeno, aunque los gestores e inversores estarán muy atentos a la reunión del fin de semana de los países productores de petróleo por si hay algún acuerdo sobre un incremento de la producción. Pero existen otros factores que también enturbian el estado de ánimo y el miedo a tomar decisiones, como el temor a una ralentización económica, la expectativa de subidas de tipos de interés en Estados Unidos y las incertidumbres geopolíticas a raíz del recrudecimiento de la violencia en Oriente Próximo.

En divisas, el euro logró ganar terreno frente al dólar y se apreció en la semana cerca de un 2%, por encima de las 1,20 unidades.