"Este invierno no va a faltar suministro de gas a la industria"
"En 2004 vamos a crecer un 10%, y los cinco años siguientes, un 15%", señala el ejecutivo
Enagas acabará haciéndose con todas las plantas de regasificación; es cuestión de tiempo, según su presidente, y participará en el proyectado segundo gasoducto que unirá Argelia con Almería, si finalmente se realiza, en su trazado nacional. Antonio González-Adalid defiende un mayor endeudamiento de Enagas para hacer frente a nuevas inversiones en infraestructuras y reclama mayores dosis de eficiencia para el sistema gasístico al regulador y a los operadores.
Pregunta. Usted ha anunciado que Enagas va a crecer un 15% anual en los próximos cuatro o cinco años. ¿Cómo va a lograrlo?
Respuesta. La demanda de gas está creciendo a un ritmo del 19% anual, una barbaridad teniendo en cuenta que en la mayoría de los países europeos crece al 2% o 3%. Y ese crecimiento se traduce en unos mayores ingresos para nosotros. No directamente, no por el volumen de la demanda, sino a través de la puesta a disposición del sistema de infraestructuras gasistas. Enagas invierte en las instalaciones y cobra por ellas. De todos modos, 2004 creemos va a ser un año de transición. Estamos realizando fuertes inversiones, pero las instalaciones irán entrando en funcionamiento a lo largo del año, con lo cual sólo tendrán un reflejo parcial en los ingresos del ejercicio. De ahí que hayamos apuntado como objetivo para 2004 un incremento anual en los resultados del 10%, un porcentaje que se ha confirmado en el primer trimestre. Basamos la consecución de ese objetivo en unos ingresos que están definidos por la Administración y a través de un control de los costes, en especial los financieros. Los operativos van a ser este año iguales a los de 2003 y a los de 2002 y 2001. Enagas registra unos costes operativos constantes desde hace cuatro años, y además lo hace con un aumento anual de su actividad del 13%-14%.
"El precio del crudo no está influyendo hasta ahora en la demanda de gas, que crece a tasas del 19% anual, y tampoco en nuestros ingresos"
"Gas Natural probablemente dilatará en el tiempo su obligada desinversión en Enagas por meras razones de rentabilidad financiera"
"Tenemos muy poca deuda y debemos aumentarla desde el 43% actual del valor de nuestros activos a un entorno del 55% o 60%"
P. ¿Y los costes financieros?
R. Nos estamos beneficiando de un rating (calificación del riesgo crediticio) muy alto. Sólo hay otras dos compañías en el Ibex 35 que tengan un rating igual o mayor, BBVA y Red Eléctrica, y eso quiere decir que podemos tener costes financieros muy bajos.
P. Además, han renegociado a la baja el coste de su deuda.
R. Sí. Cuando nos separamos de Gas Natural, la matriz asumió los préstamos a largo plazo y Enagas se quedó con los préstamos a corto. Con lo cual, toda la renegociación de la estructura financiera se ha hecho desde nuestra salida a Bolsa, hace menos de dos años, en un entorno de tipos de interés muy bajos. Con el beneficio adicional, además, de un buen rating que se traduce en unos márgenes pequeños a pagar por la deuda. Es esta contención de costes y los ingresos previstos para los próximos ejercicios, cuando empiecen a rentarnos las inversiones que estamos realizando, 600 millones este año, lo que nos permite prever un crecimiento del beneficio del entorno del 15% anual en los próximos ejercicios.
P. ¿Enagas tiene una ratio de deuda adecuada?
R. Tenemos muy poca deuda y debemos aumentarla. Cuando nos separamos de Gas Natural, se le adjudicó a Enagas una deuda que era relativamente pequeña, de forma que con todas las inversiones que íbamos a hacer, y que estamos haciendo, llegáramos al año 2006-2007 con una ratio de deuda adecuada. Nosotros creemos que puede estar entre el 55% y el 60% del valor de los activos. Estamos en ese proceso. La ratio está hoy por encima del 43%.
P. ¿No temen que la escalada de los precios del crudo, a los que están referenciados los del gas, y las expectativas de mayores tipos de interés afecten a sus clientes y, a la postre, a sus resultados?
R. Indirectamente, y en teoría, nos podrían afectar, pero hasta ahora no ha sido así. En 2003, los consumos de gas para producir electricidad fueron casi marginales, porque había menos centrales de ciclo combinado y porque se podían producir kilovatios con otros combustibles, pero desde principios de este año, que está siendo más seco que el pasado y en el que ya hay 13 grupos de ciclo combinado, éstas están funcionando de forma muy continuada. Probablemente, hay también otras razones, como el encarecimiento del carbón y los fletes, y las obligaciones de las eléctricas en sus contratos de suministro a largo plazo, que limitan sus márgenes para reducir volúmenes de demanda de gas. Los grandes clientes industriales, en general, tampoco cuentan con alternativas de abastecimiento más baratas o eficientes, y la demanda de los hogares es poco sensible al precio del crudo.
P. En las últimas semanas usted ha hecho saltar las alarmas. ¿Se va a quedar la industria sin suministro de gas este invierno?
R. No. Categóricamente, no. Yo lo que expliqué hace unos días, en una conferencia en Sedigas, es que para que el sistema funcione en invierno hay que llenar los almacenes subterráneos durante la primavera. Y que éste es el momento de hacerlo. En el pasado ésa era una labor que hacía Enagas, porque nosotros suministramos el mercado a tarifa y éste suponía el 80% del total. Para el año en curso, sin embargo, el mercado a tarifa no va a ser más que el 20% y alguien tendrá que almacenar el gas para asegurar el suministro al 80% restante en invierno. Los almacenes están en estos momentos a un 60% de su capacidad. Lo que dije en Sedigas, y antes se lo había comunicado por escrito a empresas comercializadoras, Administración y Comisión Nacional de la Energía, es que era el momento de empezar a inyectar gas para llegar al invierno con un almacenamiento suficiente. Y ese anuncio ha tenido un efecto positivo.
P. ¿Está resuelto el problema?
R. Yo creo que nunca ha habido un problema, sino una expectativa de un posible problema. Pero estamos hablando ya con las comercializadoras de gas, que han entendido el mensaje y nos están empezando a pasar sus planes de inyección. Estoy convencido de que llegaremos al invierno con los almacenes llenos, como debe ser. En breve se empezarán a firmar contratos de almacenamiento.
P. ¿Va a afectarles el cambio de signo del Gobierno?
R. No creemos que vayan a producirse cambios importantes. Un elemento fundamental es la planificación a largo plazo, y ésta se aprobó en el Parlamento por unanimidad en 2002. Otro elemento principal es el sistema de remuneración, que ha funcionado bien. Nos ha permitido reducir los peajes que cobramos a los operadores desde 2001 en un 10%, y al tiempo nos ha otorgado incentivos para afrontar las inversiones necesarias para que el sistema no se quede sin capacidad. Lo que sí queda por hacer es una labor de optimización del sistema para que se utilice mejor, poniendo énfasis en la seguridad del suministro.
P. Gas Natural está obligada a reducir antes de 2007 su participación en Enagas al 5%. ¿Tiene idea de cuándo y cómo va a hacerlo?
R. Gas Natural tiene estructura financiera muy sólida, como consecuencia de la primera venta de Enagas, y no necesita a corto plazo mucho dinero para financiar sus proyectos. Probablemente piensa que el mejor sitio para tener ahora su dinero es Enagas, donde tiene un 3,5% de rentabilidad por dividendo, que no se la van a pagar en el banco, y una buena expectativa de crecimiento de valor de la acción. En mi opinión, Gas Natural, a no ser que encuentre una alternativa para gastarse ese dinero, procurará dilatar al máximo el momento de la venta. Como Gas Natural ha dicho que no va a agotar el plazo, pienso que lo razonable es que realice la operación a lo largo de 2005. ¿A quién venderá? No lo sé. No es una cantidad grande, lo que me hace pensar que tendría fácil colocación en el mercado, y esa alternativa sería buena para todos.
"Hay que evitar excesos de capacidad en el sistema"
P. Enagas tiene en marcha un plan de inversiones 2002-2006 de 2.600 millones de euros. El presidente de Gas Natural y algunas eléctricas, sin embargo, han hablado hace unos días de la conveniencia de revisar a la baja las previsiones del Plan Energético Nacional e incluso de cancelar la construcción de alguna infraestructura gasista.
R. La planificación energética tiene que revisarse por definición cada dos años. Ahora toca hacerlo y, según me dicen, parece que la revisión se va a hacer de manera inminente. Es bueno ir adaptando las previsiones a la evolución de la demanda y a los plazos reales de materialización de los proyectos. La demanda está siendo mayor de la prevista y algunas infraestructuras, no las nuestras, van muy retrasadas y van a estar funcionando en 2005. Dicho esto, nosotros somos los primeros interesados, y en ello coincidimos con Gas Natural, en que no haya sobreinversiones o capacidades ociosas excesivas en el sistema gasístico. Al final alguien tiene que pagar estos excesos.
P. ¿Qué cambios pueden darse en la revisión?
R. Podrían retrasarse unas determinadas inversiones y adelantar otras, pero no creo que vaya a haber cambios fundamentales a no ser que se decida alguna entrada nueva al sistema. Pienso en Medgaz [el proyecto de gasoducto submarino directo entre Argelia y España]. Si al final se decide la inversión, probablemente habrá que reajustar la capacidad de las plantas de regasificación para que no haya exceso de capacidad.
P. Enagas, que cuenta con varias plantas de regasificación, ha manifestado su interés en adquirir o en participar en las que están promoviendo otras compañías. ¿Han avanzado en ese objetivo?
R. Nuestra entrada en esas plantas es buena para Enagas, porque es nuestro negocio y lo hacemos bien; es buena para sus accionistas, porque podemos sacar un mayor partido a sus instalaciones, y también es beneficioso para el sistema que se optimice la utilización del conjunto de plantas. Es algo que acabará ocurriendo, pero que probablemente va a llevar tiempo porque esas plantas cuentan con estructuras de propiedad complejas, con participaciones e intereses muy distintos entre sus accionistas, y con derechos de tanteo cruzados en las compraventas. Mantenemos conversaciones informales, pero hemos avanzado poco.
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