Arabia Saudí propone a la OPEP elevar la producción de crudo para frenar los precios

Arabia Saudí anunció ayer que hoy propondrá formalmente a sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en una reunión informal en Amsterdam aumentar en al menos dos millones de barriles diarios la producción de crudo, cifrada en 23,5 millones, para frenar el alza de los precios. Alí Ibrahim Al Naimi, ministro saudí del petróleo, señaló también que Riad ya se ha comprometido a bombear nueve millones de barriles diarios a partir de junio. Estas declaraciones tuvieron un efecto muy positivo sobre el mercado. El precio del barril en el mercado londinense bajó hasta los 36,5 dólares.

Arabia Saudí no sólo es el país más influyente de la OPEP. También es el único que posee suficientes reservas de petróleo como para aumentar la producción. Con el anuncio de que asignará más barriles a sus compradores, Riad elevará también su nivel de bombeo de crudo en más de un millón de barriles al día. Su cuota de producción desde el pasado 1 de abril era de 7,6 millones de barriles.

Las palabras de Raimi lograron mantener ayer el precio del barril en 40,03 dólares en el mercado estadounidense (petróleo Texas). La pasada semana había sobrepasado dicha barrera hasta llegar a 41,85 dólares. En el mercado londinense, el crudo tipo brent se abarató en 76 centavos de dólar sobre el precio de apertura hasta los 36,5 dólares. El pasado día 14 el precio del crudo alcanzó su nivel máximo en 38,5 dólares por barril, un nivel no conocido desde 1990. A pesar de que la propuesta saudí, que es el mayor exportador mundial de crudo, está pensada para tranquilizar a los mercados, la propia OPEP esperará a tomar una decisión hasta su cita del 3 de junio en Beirut (Líbano).

Según los analistas, propuestas como las de ayer no cambiarán la situación porque la OPEP ya estaría produciendo por encima de sus cuotas. Además, la subida de los precios de crudo está también supeditada a la situación de Irak y a los problemas políticos de otros exportadores clave, como Nigeria y Venezuela.

El temor a que la demanda mundial de petróleo aumente de forma desmesurada ante el crecimiento económico de Asia -cuyas importaciones de crudo eran en abril un 26% superiores a las del año pasado-, o la precariedad de las reservas de Estados Unidos, han disparado asimismo los precios. El ministro del ramo de los Emiratos Árabes, Obaid Bin Saif al-Nasseri, pareció confirmar estos análisis al señalar a su llegada a Amsterdam que "la OPEP no controlaba los precios del petróleo. Hay otros muchos factores en juego", dijo. Hoy se celebrará en Amsterdam una reunión informal de los miembros de la OPEP con motivo del Foro Internacional de la Energía.

Como el resto de sus colegas, Al Nasseri llegó a Holanda en medio de fuertes presiones ejercidas por parte de sus clientes para que "dejaran salir todo el crudo extra que le permitieran sus reservas". Uno de los más claros en pedir dicho esfuerzo ha sido Gordon Brown, ministro británico de Finanzas. Esta semana ha calificado de "crucial para la estabilidad y prosperidad de la economía mundial el hecho de que la OPEP actúe pronto para calmar los precios". Su colega alemán, Wolfgang Clement ha advertido de los riesgos que supone mantener la tensión de los precios durante demasiado tiempo. "No hay vencedores cuando se arriesga el desarrollo mismo de la economía mundial", ha dicho.

Una cosa parece clara, los países consumidores de petróleo no están dispuestos de momento a echar mano de sus reservas estratégicas para calmar la presente guerra de precios. O como han señalado portavoces de la Agencia Internacional de la Energía: "No entra en ningún plan. Los Gobiernos sólo utilizarían esos recursos en caso de que los suministros fallaran por algún motivo ajeno a las fluctuaciones del mercado. No para presionarlo". Con sede en París, la Agencia coordina el estado de las reservas de 26 países industrializados.

La OPEP tiene en estos momentos un techo de producción de 23,5 millones de barriles de petróleo al día, según el acuerdo adoptado por los ministros de sus 11 miembros el pasado febrero en Argel. En mayo, sin embargo, todos ellos habían superado ya dicha cifra ante la situación del mercado internacional del crudo.

Oposición de Venezuela

La decisión de Arabia Saudí no se hizo esperar. El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Claude Mandil, calificó la iniciativa como un "paso en la buena dirección". Y añadió: "Arabia Saudí reconoce que los asuntos de suministro juegan un papel en la situación actual y que los altos precios pueden dañar la economía, especialmente de los países menos desarrollados".

Venezuela, sin embargo, no apoya la iniciativa de Arabia Saudí de aumentar la oferta porque considera que su encarecimiento se debe a factores ajenos a la producción. "Nuestra posición es mantener la producción en los niveles actuales, pero vamos a ver las discusiones en el seno de la organización", dijo ayer a la prensa el ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Ramírez, a su llegada a Amsterdam.