El Real Madrid ficha a Samuel, central del Roma, por 22 millones

El Roma llegó ayer a un acuerdo con el Madrid para traspasar al central argentino Walter Samuel por 22 millones de euros. Retirado de la puja el Chelsea, el Madrid y el Roma dedicaron toda la jornada de ayer a redactar las cláusulas del contrato, que en principio tendría una duración de cinco años. A última hora de la tarde se cerró definitivamente el fichaje en las oficinas del presidente romano Franco Sensi.

Después de fichar consecutivamente a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, la incorporación de Samuel supone un giro en la política de fichajes del Madrid. Los problemas del equipo en defensa y la incapacidad de solventarlos con canteranos a lo largo de la temporada despertó la conciencia en los técnicos y en los directivos de la necesidad de acudir al mercado. Jorge Valdano calificó de "esencial" la importancia del fichaje. El director general deportivo explicó en la página oficial del club en Internet que el central mejoraría las prestaciones de los canteranos: "es un aporte de calidad y de madurez que va a ayudar a nuestros jóvenes jugadores a sentirse más cómodos y a ser mejores dentro del terreno de juego".

No les faltaron motivos a los responsables del Madrid para decidirse por Samuel, de 26 años, frente a Ayala, de 31. Como dijo ayer un alto cargo del Madrid: "A Ayala le quedan dos o tres años al máximo nivel; mientras que a Samuel le quedan ocho".

Samuel tenía una oferta del Chelsea desde hace meses. Según fuentes cercanas al jugador, el club de Londres le ofrecía cerca de cinco millones de euros netos. Pero Samuel quería fichar por el Madrid aun a costa de perder dinero, por la proyección que potencialmente podía darle a su carrera. La oferta española no tardó en llegarle y el futbolista presionó al Roma para que negociase con el Madrid y no con el Chelsea, que daba más.

En el Madrid, los dirigentes hablan de fidelidad a un "modelo básico intocable [el de zidanes y pavones]"; pero reconocen "imperfecciones por pulir". Samuel es el primer paso en unas "correcciones" que seguirán en las próximas semanas con nuevos fichajes. El zurdo es uno de los mejores defensas surgidos en Argentina en la última década. Comenzó a jugar en las categorías inferiores del Newell's Old Boys. Conquistó el Mundial Sub-21 de 1997, junto a jugadores como Cambiasso, Riquelme o Scaloni. Entonces su nombre era Walter Luján. Se lo cambió para apellidarse Samuel, como su padre adoptivo, en señal de gratitud.

Samuel fue un jugador tan fundamental en el Boca que ganó la Copa Libertadores, en 2000, como en el Roma que conquistó el scudetto en 2001. Desde hace cinco años ocupa un lugar reservado en la selección argentina. "Trataremos de tener una plantilla equilibrada", dijo Valdano; "Hemos aprendido mucho, somos conscientes de las necesidades y salimos a cubrirlas para que la próxima temporada tengamos una plantilla más profunda que nos ayude a sobrevivir en todas las competiciones".

Samuel es un defensor vocacional. Un tipo reservado de gesto intimidante, que reniega a buscar el centro del campo y no se enamora de la pelota. Su agresividad siempre parece bajo control. Es obsesivo en los marcajes, se crece con las disputas pero nunca pierde la calma. Es tan raro verle pegar una patada como verle amonestado. Y no protesta.

José Peckerman, que fue su entrenador en la selección argentina, no repara en elogios: "Su prioridad es dar tranquilidad al medio campo. Es un maestro de la anticipación, tiene un gran salto y sabe colocarse. En el uno contra uno roza la infalibilidad. No es explosivo pero nadie lo va a superar por velocidad. Y tiene algo raro de ver: si pierde la posición no se descompone. Si le ganan la espalda tiene una enorme capacidad de persecución. Pone el cuerpo, acompaña... El delantero sale siempre debilitado".