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Moratinos y Straw reabren hoy en Londres las negociaciones sobre Gibraltar

El ministro reitera que "no se enviarán fuerzas al extranjero sin el acuerdo del Parlamento"

"El Gobierno tiene el firme propósito de recuperar Gibraltar". Con esta declaración programática, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, abordó ayer su primer debate parlamentario en el que anunció que el problema de la última colonia en Europa será el centro de la entrevista que hoy mantendrá en Londres con su homólogo británico, Jack Straw. "Plantearé el tema bajo sus dos aspectos: soberanía y cooperación", añadió Moratinos, que aseguró que se reactivará el llamado Proceso de Bruselas y se retomará la negociación donde quedó interrumpida en julio de 2002.

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La tarea parece ardua, ya que en medios diplomáticos británicos se descarta prácticamente la posibilidad de retomar el modelo de soberanía compartida que estuvo sobre la mesa durante el año largo en que Josep Piqué llevó las conversaciones sobre el Peñón como titular de Exteriores. El amplio rechazo de la propuesta expresado en el referéndum no oficial organizado por las autoridades gibraltareñas en noviembre del año citado dio pie para que Londres dictara oficiosamente una especie de acta de defunción de aquel proceso, el más ambicioso en muchos años y el más próximo al éxito.

Los nuevos responsables de la diplomacia española consideran, no obstante, que ya es hora de concluir una pausa prudencial y de volver a abordar el contencioso por las vías establecidas en el proceso iniciado en Bruselas en 1984, con el principio de que las conversaciones hispano-británicas sobre la soberanía y la cooperación entre españoles y gibraltareños han de progresar simultáneamente.

Hablar de la soberanía sobre Gibraltar en este momento exige hablar de soberanía compartida, ya que ésa es la fórmula que ha estado más cerca de producir un acuerdo entre los dos protagonistas del diálogo. Y con ella viaja hoy Moratinos hacia su primera entrevista formal con Straw, mientras el primer ministro Tony Blair y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero tratan de conjugar unas agendas en las que no acaban de encontrar hueco para verse.

Optimismo europeo

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La ocasión del compromiso de recuperar Gibraltar es, sin embargo, solemne, ya que se trata de la primera comparecencia parlamentaria del nuevo ministro. Moratinos estuvo ayer, en efecto, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, donde presentó unas líneas generales que fueron bien acogidas por todos los grupos menos uno y ofreció al PP una vuelta al consenso, que el partido de la oposición recogió con claro desagrado, ya que su portavoz, Gustavo de Arístegui, dijo haberse sentido objeto de "descalificaciones e insultos". Arístegui dijo, por último, que el PP hará una oposición "leal y crítica", con lo que Moratinos dijo quedar satisfecho.

El ministro evitó polemizar sobre Irak en sus intervenciones, aunque reiteró que las tropas no volverán y aseguró que no se enviarán fuerzas al extranjero sin el acuerdo del Parlamento. Luego, emplazó al PP a que "tenga la catadura moral de enfrentarse a lo que ha sido una guerra de despropósitos". Arístegui tampoco se extendió en este asunto.

Moratinos se mostró "moderadamente optimista" de ver satisfecha su demanda de que las decisiones del Consejo Europeo requieran el apoyo de Estados representativos de "dos tercios" de la población comunitaria, aunque no ocultó que "la situación es difícil"; se dijo descontento porque la UE sólo acepta la posible traducción de la Constitución a lenguas minoritarias españolas, y prometió empeñarse en que, cuando se revise el marco lingüístico comunitario, éstas sean admitidas también como lenguas oficiales.

Sobre el Sáhara, dijo que lo único nuevo es que este Gobierno se ha comprometido a desplegar sus "buenos oficios" para que se logre el acuerdo político de resolver un problema que dura ya 30 años, pero sin interferir en lo que haga la ONU ni la marcha del Plan Baker.

Miguel Ángel Moratinos y el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, en la comisión de Asuntos Exteriores.
Miguel Ángel Moratinos y el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, en la comisión de Asuntos Exteriores.EFE

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