El 'dios' Drogba

"Señor Anigo, ¿cómo está Drogba?", pregunta un periodista francés inaugurando la conferencia de prensa.

"No se si va a poder jugar", responde el entrenador del Marsella, estrenando un sorprendente sentido del humor que contrasta con su aspecto de tipo duro y hombre serio. Y, de inmediato, aclara: "No; ahora en serio, está muy bien. Le hemos cuidado con esmero y estará listo para la final".

José Anigo está cansado de que le pregunten por Didier Drogba, algo inevitable cuando un equipo tiene su nombre propio y éste se lesiona: el 10 de mayo, ante el Mónaco, en la Liga francesa.

"Yo ví al Valencia contra el Zaragoza y creo que es mas fuerte que el Marsella. Pero nosotros tenemos a Drogba, es decir a dios". La frase, concluyente, corresponde al recepcionista de un hotel marsellés.

Y es que en Marsella todo conduce a Drogba, el delantero de Costa de Marfil que se ha echado a la espalda al club más legendario de Francia. A sus 26 años, se ha convertido en la gran referencia de la Liga francesa, que le ha elegido como el mejor jugador y el autor del mejor gol.

Su eclosión se produjo la pasada temporada, cuando militaba en el modesto Guingamp y anotó 17 goles en 34 partidos. Alain Perrin, entonces entrenador del Marsella, se fue en su busca con más dudas en la cabeza que certezas. Curiosamente, el Valencia también había puesto sus ojos en él. Pep Claramunt había recomendado su fichaje, junto al de Malouda, también del Guimgamp, pero el director deportivo del club, García Pitarch, desechó a ambos. Por cinco millones de euros se lo llevó el Marsella, al que Drogba recomendó luego el fichaje de su buen amigo Malouda, que al final recaló en el Lyón. Hoy, curiosamente, Drogba será la gran amenaza del Valencia.

En Marsella lo recibieron con una cierta indiferencia. Los más optimistas esperaban de él que fuera un buen atacante de complemento, pero los pesimistas no le auguraban más porvenir que a Bakayoko, un corpulento ariete que ahora milita en Osasuna. Los goles le han avalado. Ha marcado en todas la competiciones europeas y goleado en 21 ocasiones en la Liga francesa. En Marsella ya le consideran el nuevo Papin y Europa entera le tienta con descaro.