Un juez deja en libertad a un maltratador por no estar bien redactada la orden de alejamiento de su ex pareja
El vecino de Aldaia Tomás M. L., de 28 años, que fue detenido el pasado sábado por la Guardia Civil, fue puesto ayer en libertad por el titular del Juzgado número 3 de Sueca, al considerar que no está bien redactada la orden de alejamiento de su ex pareja, decidida el pasado 10 de marzo por el titular del Juzgado número 1 de Torrent. En esta resolución no se especifica la distancia mínima a la que debe estar Tomás M. L. de Inés López, su ex compañera sentimental, con la que comparte un hijo de 3 años.
El incumplimiento de la orden de alejamiento se produjo el pasado sábado, cuando Inés se encontraba con su familia en la playa del Perelló, según la madre de la joven. La Policía Local de Sueca no quiso detenerlo, pese a mostrarles la orden judicial, y fue finalmente la Guardia Civil la que se lo llevó a los calabozos del acuartelamiento de Cullera. Ayer por la mañana pasó a disposición judicial y tras un juicio rápido quedó en libertad. "Lo único que pueden hacer es que el juez de Torrent modifique la orden de alejamiento para que incluya la distancia que considere oportuna", le manifestó el titular de Sueca a los padres de Inés.
La madre, Manuela Serrano, que se entrevistó a mediodía de ayer con el juez de Torrent, se fue hecha un lío a casa, echando pestes de la Justicia porque le dijo que la orden está "bien redactada" según el artículo 490, que "no hay metros que valgan" y que "le extraña que lo hayan dejado en libertad". Serrano se quejó: "Cuando la maten, sabremos de quién es la culpa".
Su hija Inés, que convivió durante unos cuatro años con Tomás, ha denunciado en tres ocasiones las amenazas de muerte que recibe de su antigua pareja. Las relaciones se deterioraron hace un años cuando, según Serrano, empezó a consumir cocaína, hecho que él mismo ha reconocido ante la Justicia.
Tomás se jacta de que la muerte de Inés "le saldrá gratis", ya que pesa sobre él una condena de 18 años por violación que está recurrida. "Me ha dicho que la va a matar antes de entrar en la cárcel", dijo Manuela, con lágrimas en los ojos.
Inés estaba ayer muy asustada al ver que su ex compañero salía libre de los juzgados de Sueca. Tiene miedo de volver a su empleo, un centro comercial próximo a Valencia, donde trabaja de cara al público. La joven mantiene vivo el recuerdo de una vecina de Aldaia que murió apuñalada el pasado año a manos de su ex pareja. Su madre clamó ayer: "Que algunos de los miles de policías destinados a la boda del Príncipe y Doña Leticia lo dejen para proteger a mi hija".
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