El perfil mafioso de los terroristas

El autor acumula años de experiencia sobre el terreno, aparte de un rico bagaje teórico; y el argumento, tristemente, no cesa de acaparar portadas. Sendas singularidades elevan la valía de la publicación, Criminalidad Organizada, los movimientos terroristas, obra del jurista, criminólogo y funcionario de prisiones Manuel Avilés. La puesta de largo del libro se celebró en la tarde de ayer en el Club Información de Alicante, sociedad dependiente del diario local del mismo nombre. El autor estuvo arropado, además de decenas de amigos y representantes de la política y la sociedad alicantina, por dos personajes con enjundia en la materia: los ex ministros del Interior socialistas, Antoni Asunción y Juan Alberto Belloch. Los dos ex altos cargos socialistas, junto con el Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal, han prologado el libro. Avilés y los prologuistas coinciden en una idea: los terroristas son delincuentes por convicción, siempre política.

Los dos ex ministros socialista resaltaron la oportunidad de la publicación y la erudición del autor. Juan Alberto Belloch destacó, además, la preparación académica del Avilés en cuyo haber apuntó el éxito de la política de reinserción de terroristas durante su periodo al frente del Ministerio del Interior. El ex ministro Belloch remarcó también el carácter mafioso que impregna a todos los grupos terroristas, "con independencia del fin político que supuestamente dicen perseguir".

Tanto Belloch como Asunción cuestionaron la estrategia militar de Estados Unidos para combatir el fenómeno terrorista. "Es una auténtica majadería", dijo Belloch. Y también advirtieron de que un cambio en la política exterior -como ha sido el caso de España, tras las elecciones del 14 de marzo- no "nos libera totalmente de la amenaza terrorista, no podemos bajar la guardia", insistió Belloch.

Manuel Avilés (Granada 1955), funcionario del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias, es, en la actualidad, director del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante. El escritor es licenciado en criminología y fue asesor ejecutivo de la Secretaría de Estado para Asuntos Penitenciarios.

"La idea de la publicación me la sugirió una profesora de la universidad de Alicante al finalizar un curso que impartí con el mismo título del libro", comenta Avilés.

Así, el autor sistematizó sus apuntes de clases hasta conferirles la forma de libro. Avilés ha divido su obra en tres partes claramente diferenciadas. Primero analiza del hecho delictivo. Más adelante describe las diversas modalidades de delitos. En la última, categoría incluye los actos terroristas a los que dedica el grueso de la publicación.

El autor califica a los terroristas como el máximo exponentes de la "delincuencia por convicción", en la mayoría de los caso por motivos políticos. "Todos estos grupos organizados actúan con un único objetivo, presionar al Estado, mediante la comisión de actos violentos, para cambiar el estatus en favor de sus intereses", comenta.

Avilés se resiste a hablar de terrorismo religioso. "El calificativo de religioso que se aplica al terrorismo islámico no es más que un adobo. Su primera motivación sigue siendo política", argumenta. "En Irak, por ejemplo, no hay un choque de religiones, sino más bien un choque de civilizaciones", resalta.