Moscú, capital del dinero
El valor del petróleo facilita la consolidación de grandes fortunas en Rusia
El petróleo y las materias primas abonan la cosecha de multimillonarios en Rusia y han permitido a Moscú desbancar a Nueva York como primera ciudad del mundo por el número de personas acaudaladas. Éstas son las últimas revelaciones de la revista norteamericana Forbes, que ayer dio a conocer la lista de los 100 rusos más adinerados. La encabeza el magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski, de 40 años, que, pese a estar encarcelado desde el pasado octubre acusado de diversos fraudes, ha engrosado su patrimonio hasta 15.200 millones de dólares. Le sigue, con 12.500 millones de dólares, Román Abramóvich, de 37 años, gobernador de la provincia de Chukotka y propietario del club de fútbol Chelsea, que también ha medrado gracias al crudo. En tercer lugar está Víktor Vekselberg, con 5.900 millones de dólares, gracias a sus activos en la petrolera TNK y a la metalúrgica Sual Holding. Se sitúan después Mijaíl Prójo-rov y Vladímir Potanin, de la empresa de metales Norilskii Nikel, con 5.400 millones de dólares cada uno y, tras ellos, Mijaíl Fridman, con 5.200 millones, del grupo Alfa, el consorcio que fletó en su día el petrolero Prestige, hundido frente a las costas de Galicia.
Jodorskoski, que se halla en prisión, y Abramóvich encabezan el 'ranking' realizado por 'Forbes'
En el club del dinero a espuertas hay sólo una mujer: Yelena Batúrina, empresaria y esposa del alcalde de Moscú, con 1.100 millones de dólares. Además de ser dueña de las principales constructoras de la ciudad, Batúrina tiene acciones en tres fábricas de cemento y en hoteles en el mar Negro. Tras el hundimiento de la techumbre del parque acuático Transvaalpark, que causó 28 muertos en febrero, el presidente Putin habría recomendado al alcalde Yuri Luzhkov una mayor discreción en los negocios de su esposa, según aseguran fuentes moscovitas.
En total, el capital acumulado por los 100 acaudalados rusos suma 140.000 millones de dólares. El más pobre es un ejecutivo de la petrolera Lukoil, que se ha retirado a la edad de 50 años con 210 millones de dólares tras invertir en el sector inmobiliario y adquirir un club de fútbol. En Rusia la concentración de la riqueza es enorme, ya que los 36 propietarios de fortunas superiores a mil millones de dólares tienen el 24% del PIB del país, mientras las 277 fortunas de esta magnitud existentes en EE UU suponen el 6% del PIB del país, según dijo Paul Jlébnikov, el director de la versión rusa de Forbes. De los 36 super-ricos de Rusia, 33 viven en Moscú o llevan sus negocios desde esta ciudad, mientras sólo 31 de los 277 norteamericanos más acaudalados lo hacen en Nueva York. El número de multimillonarios se ha multiplicado desde la primera lista rusa de Forbes, con cuatro nombres en 1997, pero en los últimos meses se ha disparado. El salto espectacular, de 25 a 36 personas, experimentado desde febrero a abril de este año, es atribuido por los expertos a una subida del 21% en el índice bursátil ruso.
Mientras el cuerno de la abundancia del petróleo mana sobre Rusia, el Gobierno debate una reforma de las prestaciones sociales, que afectará a decenas de millones de personas entre jubilados, inválidos y veteranos de guerra. Con ello, el Ejecutivo quiere ahorrar cerca de 52.000 millones de euros, que, de otro modo, tendría que pagar a los sectores más humildes.
En Rusia cerca de 28 millones de personas viven con sueldos inferiores al mínimo vital, el sueldo medio mensual es de menos de 200 euros y la pensión media, de 50 euros. A la hora de ahorrar, sin embargo, los dirigentes no se dan por aludidos. Tras ser reelegido presidente, Vladímir Putin ha firmado un decreto por el que se aumentó las retribuciones a sí mismo y a un grupo de altos funcionarios. Ahora, el presidente cobra mensualmente 146.853 rublos (4.319 euros): el jefe del Gobierno, 117.482 (3.455 euros) y los ministros, 88.112 rublos (2.591 euros).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.