Las fuerzas de EE UU destruyen el cuartel de Al Sáder en Bagdad
Al menos 19 milicianos iraquíes mueren en combates en la capital
Fuerzas estadounidenses destruyeron ayer el cuartel general del clérigo chií radical Múqtada al Sáder en Bagdad, después de que, durante una noche de violentos combates en la barriada bagdadí de Ciudad Sáder, muriesen al menos 19 milicianos. Un ayudante del clérigo, Qais al Jazali, señaló a la agencia Reuters: "Hemos entrado en una nueva fase de la resistencia. Nuestra paciencia con las fuerzas ocupantes se ha agotado".
"Nuestra política será, a partir de ahora, extender la resistencia y que prenda en todo Irak por la escalada de los ocupantes militares, que han cruzado todas las líneas rojas en las ciudades santas de Nayaf y Kerbala", agregó Al Jazali, uno de los principales ayudantes de Al Sáder. Esta declaración se produjo después de la feroz batalla en Ciudad Sáder entre los soldados de EE UU y los milicianos del Ejército del Mahdi, y de que carros de combate estadounidenses destruyesen las oficinas del clérigo y una mezquita adyacente. Los dos edificios habían sido evacuados y no hubo víctimas.
En otros episodios de violencia, un grupo de insurgentes disparó ayer contra un vehículo en la ciudad norteña de Kirkuk y mató a dos contratistas, un surafricano y un neozelandés, así como a su conductor, iraquí. En Kerbala, también se produjeron combates entre milicianos chiíes y soldados estadounidenses, informó la agencia Associated Press.
En Faluya, donde se produjeron durante el mes de abril algunos de los combates más violentos de la posguerra iraquí, un convoy de marines estadounidenses entró en la ciudad sin que se produjesen combates. Los vehículos militares llegaron hasta las oficinas del alcalde de la ciudad, situada unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad. Un alto oficial de la policía iraquí en la localidad, el capitán Hammed Alayash, dijo que preferiría que los estadounidenses dejasen las labores de vigilancia a los iraquíes. Según Reuters, Alayash le dijo al general James Mattis, comandante de la Primera División de marines: "Estamos contentos de que estéis aquí y de que nos ayudaseis a liberar Irak. Pero nos gustaría que los americanos se quedasen fuera y que nos dejasen a nosotros lidiar con las cuestiones de seguridad. Creo que sería más seguro si no somos vistos con fuerzas extranjeras". Cuando el convoy volvió a salir de la ciudad, cientos de residentes de Faluya se lanzaron a las calles para celebrar la retirada.
Batalla callejera
En Ciudad Sáder, los muros del cuartel general del clérigo chií estaban destrozados y entre los escombros podían verse los restos de un misil guiado por láser. "Fue una batalla callejera", señaló un líder tribal, el jeque Fajer al Azawi, que trabajaba en el desescombro de la mezquita arrasada. "Estoy seguro de que los ataques del Ejército del Mahdi continuarán hasta que se complete la retirada total de nuestra tierra. Todos somos el Ejército del Mahdi", agregó.
Aunque habían vuelto a abrir las tiendas, los residentes de Ciudad Sáder no se sienten seguros. Un hombre que dijo llamarse Abú Alí, de 50 años, señaló que los civiles de esta populosa y paupérrima barriada de Bagdad se vieron sorprendidos en mitad de los combates. "Mire a esta pobre gente. Los militantes del Ejército del Mahdi se refugiaron en las casas y los americanos dispararon contra ellas. Es un caos. Lo único que podemos hacer es observar", dijo.
Los mandos estadounidenses señalaron que los 19 milicianos muertos iban armados con lanzagranadas RPG. No se informó sobre víctimas entre los soldados de la Coalición. En los últimos dos días, según la agencia France Presse, han muerto hasta 35 iraquíes en combates con militares de EE UU.
[Un grupo de insurgentes tiroteó ayer un convoy estadounidense en Mosul. Un soldado resultó herido grave y murió poco después de su ingreso en el hospital. Además, otro soldado estadounidense murió y un militar resultó herido cuando una bomba estalló al paso del convoy en el que viajaban en el sábado Samarra, informaron ayer fuentes militares.]
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