Unidos por el trabajo social

"Todas las parcelas de política social se encuentran en plena regresión". Este es el juicio de una treintena de profesionales que trabajan en asociaciones, municipios, diputaciones o diversas consejerías relacionadas con la asistencia social que, cansados de ver "con rabia e indignación" cómo durante los últimos años se ha ido realizando un "desmantelamiento con bisturí" de un sistema que "se encontraba en pañales", han decidido asociarse y ponerse a trabajar. "Queremos hacernos oír y romper el silencio", comenta Jero García, presidenta de la Asociación de Profesionales por los Derechos Sociales (Apoderser). García, trabajadora social del Ayuntamiento de Villanueva de Castellón, recuerda que la entidad nació de las reuniones que mantenían diversos profesionales, y del deseo de pasar a la acción y "acabar con la resignación general".

La administración ofrece "una estructura autoritaria, burocrática y jerárquica"

El juicio que hacen desde la asociación es que durante los últimos años han ido apareciendo nuevas necesidades "que los servicios sociales no han abordado", comenta Paco Andrés, trabajador social y profesor asociado de fundamentos de trabajo social en la Universitat de València. Andrés destaca que en los últimos siete años "no ha habido inversión pública en los servicios sociales, mientras se han disparado las necesidades", ya sea en inmigración, envejecimiento de la población, la violencia contra la mujer, la atención a los enfermos mentales o los menores. Pero tampoco se han atendido parcelas relacionados con la ayuda a parados, las personas sin hogar, los reclusos o los toxicómanos. En lugar de hacer frente a estas cuestiones y abordarlas desde una estrategia "preventiva y rehabilitadora", lo que se ofrece desde la Administración es "un aparato burocrático plagado de convocatorias, órdenes y poca capacidad de abordar los problemas que se generan". Frente a esta estructura "autoritaria, burocrática y jerárquica", una de las prioridades que se ha fijado la asociación es fomentar una "cultura de la participación" ya que, como señala Andrés, esta es la esencia de los servicios sociales, "y si el modelo no es participativo, entonces no son servicios sociales". Los profesionales lamentan que no se les consulten los planes ni se les tenga en cuenta las propuestas que realizan.

Entre los ejemplos seleccionados por García para ilustrar la degeneración del sistema de servicios sociales está la reducción de las ayudas de la Prestación Económica Reglada (PER) -"En mi pueblo, de 7.000 habitantes, se ha pasado de dos ayudas a una y sólo durante seis meses"- o la gran apuesta de Bienestar Social, el catering para mayores. "El catering como un plan aislado, en el que una empresa deja la comida y se va y sin una cobertura social global, como al ayuda a domicilio, no tiene sentido", comenta Andrés.

Ya han formado grupos de trabajo para estudiar y buscar soluciones a algunas de las cuestiones más candentes, como la violencia de género o las ayudas del PER. Ahora, el objetivo es lograr una confluencia de entidades "para hacer un frente común" de forma que se creen foros de debate para aportar ideas desde las diferentes áreas de la asistencia social. Después de que el 11 de marzo se aplazara la puesta de largo de la entidad, en forma de concentración lúdico-festiva, Apoderser ha convocado a asociaciones, plataformas, entidades profesionales, familiares o usuarios el 20 de mayo a las 20 horas en la plaza de la Virgen de Valencia para "gritar" su "rechazo a la política social actual".