Promesa de regularización

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que se desplazó ayer a Hellín tras conocer el accidente que causó la muerte de los cinco ciudadanos bolivianos, manifestó que las víctimas mortales "serán tratadas como si fueran españoles", según señaló Ruth Pérez, hermana de una de las fallecidas. Los familiares aseguraron que la ministra también les había prometido regularizar su situación en España, y "dejó unos números de teléfono para que nos pusiéramos en contacto con ellos", dijo Luis, primo de otra de las víctimas.

Ruth Pérez, que vive en España desde hace un año, y que se enteró de la noticia por una compatriota que también vive en Hellín, localidad en la que hay unos 1.600 bolivianos, no podía casi hablar después de lo que le había ocurrido a su hermana Adriana, de 35 años, con la que vivía en España. Otro de los familiares, María Teresa Campos, aseguró estar "destrozada", sobre todo "estando en situación irregular en España, ya que cada día tienen que desplazarse a un sitio distinto para poder trabajar".

La ministra de Fomento, que se comprometió a eliminar en el plazo de un año todos los pasos a nivel del tramo Hellín-Chinchilla, en la línea Madrid-Cartagena, anunció que su departamento impulsará una campaña informativa similar a la de tráfico sobre los pasos a nivel. "Siento que mi primera visita a Castilla-La Mancha sea en estas condiciones", dijo nada más bajar del coche, para después expresar su solidaridad con las familias de las víctimas.

La ministra resaltó que el origen del accidente parece estar en que el conductor del turismo no hizo caso de la señalización y se saltó la barrera del paso a nivel, pero añadió que estos términos deberán ser determinados por la autoridad judicial. Sobre las víctimas, la ministra expresó su "gran sentimiento de pena y tristeza" por la muerte de personas que han venido a España a trabajar y que han encontrado "tan triste fin" y garantizó que se facilitará a las familias toda la ayuda posible, desde el punto de vista económico como social.

El Ayuntamiento de Hellín decretará tres días de luto oficial por la muerte de los cinco trabajadores bolivianos, según anunció el alcalde, Diego García Caro, quien comentó que el accidente podría haber tenido consecuencias mucho más graves, ya que el descarrilamiento del tren se produjo en la misma estación de Hellín donde a pocos metros se encontraba un mercancías que contenía ácido sulfúrico.

El alcalde lamentó este accidente y recordó que se produce un día después de que las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaran en un pleno y por unanimidad una iniciativa defendida por la diputada hellinera, Pilar Cañabate, en la que el Parlamento autonómico reclama a Fomento mejoras en la línea férrea Albacete-Cartagena.

Explicó también a las familias, que han solicitado la repatriación de los cadáveres a Bolivia, país de origen las víctimas, que será el consistorio quien asuma este trámite, ya que la Embajada del país andino en España no se hará cargo.

Fuentes diplomáticas bolivianas consultadas por Efe explicaron que la Embajada desearía poder sufragar los gastos de repatriación de los cinco cadáveres, pero el Estado boliviano carece de partidas presupuestarias especiales para estos fines.