La ficción exprés

Éste es un libro de calidad muy desigual. Contiene 30 narraciones que caben en sus ciento sesenta páginas de formato pequeño porque bastantes de ellas son microrrelatos. El autor trata temas muy habituales en la literatura joven de hoy: historias urbanas de gente desencantada, rupturas sentimentales y dificultades para reordenar la existencia, conflictos alrededor del sexo, la bebida y problemas deincomunicación. Bastantes de estos relatos pecan de superficialidad, pero dentro del heterogéneo conjunto se hallan piezas destacables e incluso algunas perlas. De entre el nivel aceptable de los microrrelatos cabe destacar dos, dignos de aparecer en las antologías publicadas de este género: Piso amueblado y Un largo viaje. El primero es genial, se refiere a una chica que pone un anuncio para compartir piso y trata del dolor de la ausencia y del significado de las palabras. El segundo es una amarga historia, insondable y poética, que esboza los ocultos motivos que mueven a los hombres a actuar. Entre los cuentos destacan cuatro: Paredes verdes, Radiografías, Siete minutos y Los grifos que manan, que es el mejor. En él, un narrador cuenta las dificultades de un amigo concentradas en problemas domésticos sobre el funcionamiento de las conducciones de agua y los grifos, motivo muy literario. La narración gira después hacia el propio narrador, un escritor fracasado, y se manifiestan aspectos poco favorables, incluso sórdidos de su vida. El autor mantiene un delicado equilibrio, bien resuelto en el desenlace, entre las dos vertientes. Además, aparecen unas reflexiones metaliterarias sobre la confección del propio texto muy pertinentes.