La vida social del Salmón
El pasado día 5, Antonio Paz Riveira,
un afortunado y hábil pescador, capturó el primer salmón de la temporada gallega, abierta el domingo anterior, en el río Mandeo en Betanzos (A Coruña). Medía 79 centímetros, pesaba 5.300 gramos y acabó en las cocinas de un restaurante de Arteixo, El Gallo de Oro, conocido por sus altos vuelos en lo gastronómico y en las cuentas. Pero no fueron sus clientes quienes lo disfrutaron. La Consejería de Medio Ambiente decidió abrir un expediente sancionador al establecimiento por infringir la normativa autonómica que considera falta grave (de 3.000 a 30.000 euros) la comercialización, en cualquier época del año, de salmónidos que no procedan de centros industriales. Además, decomisó el salmón y lo donó a la Cocina Económica, una institución benéfica coruñesa. Si este salmón hablase podría presumir, como don Juan Tenorio: "Yo a los palacios subí, yo a las cabañas bajé..."
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