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España reconsidera su relación con Malabo por irregularidades electorales

Expresa su disgusto ante el resultado de los comicios en Guinea

Los resultados de las elecciones legislativas y municipales en Guinea Ecuatorial, donde el partido del presidente, Teodoro Obiang Nguema, se atribuyó el martes 98 de los 100 escaños y 237 de los 244 concejales, han sido acogidos con profundo disgusto por el Gobierno español, que está reconsiderando incluso la relación con el Gobierno de Malabo "en todos sus aspectos", según indican fuentes próximas a Bernardino León, secretario de Estado del ministerio.

"El Gobierno de España ha manifestado repetidamente en los meses previos a las elecciones su interés y deseo de que Guinea Ecuatorial hiciese los esfuerzos necesarios para garantizar el libre desarrollo del proceso electoral y reconociese en estos comicios los deseos del pueblo ecuatoguineano de avanzar hacia una sociedad auténticamente plural y libre", se lee en el comunicado de la Oficina de Información Diplomática (OID). En ese sentido, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, habló hace dos semanas por teléfono con Obiang, del mismo modo que León lo hizo con Alejandro Ebuna, estrecho colaborador del presidente guineano.

Los cuatro observadores españoles que siguieron el proceso electoral sobre el terreno, entre los que figura el senador del PSOE Juan José Laborda, "han detectado importantes irregularidades", dice la OID. Éstos admiten que el partido gubernamental fue el más votado, pero no hasta el punto de dejar a la oposición en dos escaños.

El comunicado de Exteriores concluye que "la consecución en Guinea Ecuatorial de un Estado democrático en el que se respeten los derechos y libertades fundamentales es y será un compromiso irrenunciable para el Gobierno de España y un eje prioritario de su relación bilateral con ese país".

Dicho compromiso explica el proceso de revisión que el desenlace electoral ha abierto sobre un entramado de conexiones débil desde hace años, aunque el Gobierno de José María Aznar trató de impulsarlo decididamente.

Más allá de la modesta cooperación existente, Obiang tiene interés en que España le apoye en el Consejo de Seguridad de la ONU en su disputa con Gabón sobre la soberanía del islote de Mbañe y ha pedido a Madrid que le entregue o transfiera a un tercer país al opositor Severo Moto, acusado de nuevo en marzo de estar detrás de un supuesto golpe de Estado. En medios diplomáticos españoles se decía ayer que la credibilidad de la oposición crece en la medida en que la del Gobierno se desploma por las denuncias de fraude.

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Willy Meyer, secretario de política internacional de IU, pidió ayer que universidades españolas suspendan sus programas de cooperación con el Gobierno de Malabo para no seguir cooperando a la formación de los cuadros políticos de "la tiranía familiar" de Obiang.

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