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Francia e Italia pactan un proyecto ferroviario de 12.500 millones

La unión por los Alpes amenaza las conexiones fronterizas españolas

Una parte esencial de los presupuestos francés y comunitario para infraestructuras se marcha a los Alpes, lo cual augura problemas para los proyectos españoles de desbloquear los pasos pirenaicos. Tras varios años de ideas sin dinero, los Gobiernos de Francia e Italia dieron ayer un golpe de acelerador al proyecto de construir una conexión ferroviaria de alta velocidad entre Lyón y Turín, con un coste estimado de 12.500 millones de euros. Cada uno de ellos aportará 5.000 millones, siempre que el presupuesto de la UE cargue con el resto (unos 2.600 millones). La obra exige perforar un túnel transalpino de 52 kilómetros.

En principio, la línea franco-italiana no afecta a la ya acordada entre Francia y España para la conexión ferroviaria de alta velocidad Figueres (Girona)-Perpiñán (Francia), que en realidad va algo más avanzada -este tramo debería estar abierto al tráfico en 2009-, puesto que las obras están adjudicadas. Pero es inevitable dudar del futuro de otras dos conexiones ferroviarias en estudio entre Francia y España, una por el Pirineo aragonés y la otra por el País Vasco. Estos proyectos podrían dilatarse en el tiempo, porque no parece realista pensar en una acumulación cuando París acaba de comprometerse en un macroproyecto ferroviario con Italia.

El horizonte previsible es la puesta en servicio de la línea Lyón-Turín entre 2015 y 2018. La nueva línea mejorará sustancialmente la conexión entre dos regiones densamente pobladas y económicamente muy desarrolladas.

Otro problema es la financiación europea: franceses e italianos justifican el derecho a que la UE pague el 20% de su proyecto por la existencia de un tramo internacional que salva "obstáculos naturales" de gran importancia. Esa financiación aún no está concedida, si bien un portavoz de la Comisión Europea se felicitó de la firma del pacto franco-italiano. Pero todo esto añadirá tensiones a la hora de decidir y gestionar el presupuesto de infraestructuras de la UE.

"Estratégicas" para Fomento

Fuentes del Ministerio de Fomento español afirmaron ayer que las conexiones con Francia son "estratégicas" para el departamento y que se trabajará con el objetivo de impulsarlas. Además, recordaron que el contrato para la construcción de la línea Figueres-Perpiñán se firmó en febrero pasado, es inamovible y que no hay motivo para pensar que la línea Lyón-Turín pueda acarrear retrasos.

Por su parte, fuentes de un Gobierno catalán inquieto porque la alta velocidad no conectará Francia y España hasta, en principio, el año 2009, no mostraron sorpresa ni malestar por el convenio para la alta velocidad entre Lyón y Turín. "Este trazado forma parte de los proyectos de grandes infraestructuras contemplados desde hace más de una década por la UE, y debido a su complejidad técnica tardará años en construirse y en ponerse en marcha", señaló Manel Nadal, secretario de Movilidad de la Generalitat. Lo que sí preocupa en Cataluña es que el tramo Lyón-Turín esté terminado antes de que el ancho de vía europeo llegue al puerto de Barcelona -compite con otros como el de Génova-, y esta llegada no tiene fecha.

A juicio de Gregorio Martín, de la Universidad de Valencia, el convenio franco-italiano es una muy mala noticia para España: "Con ello, Francia satura sus posibilidades de inversión ferroviaria y definitivamente apuesta por los Alpes, y no por los Pirineos".

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