El día que tú naciste
Si un quiosquero pusiera a la venta los periódicos del día anterior, o de una semana atrás, lo tildarían de despistado o de ido. Vivimos en una sociedad marcada por las prisas, y las noticias caducan como mucho a las 24 horas. Hay que vivir deprisa, y lo que hoy es novedad mañana ya parece marchito. La cosa cambia, sin embargo, con los diarios con más de 20 años de vida; en este caso, el paso del tiempo produce un milagro semejante al de los buenos vinos y el papel viejo se convierte en documento antiguo, en testimonio de una época. Esto descubrió hace unos años Rosa Urue, propietaria de El Periódico del Cumpleaños, una tienda de Barcelona especializada en acumular periódicos antiguos con vocación de ser originales regalos de cumpleaños, para que el homenajeado compruebe cómo estaba el mundo el día en que nació.
El paso del tiempo produce en los diarios el milagro de convertir el papel viejo en documento antiguo, en testimonio de una época
"Tuvimos la idea de montar este negocio con mi marido cuando vimos una tienda parecida durante un viaje por Bélgica", nos cuenta Rosa en su tienda de la calle del Tigre, justo enfrente de la sala de fiestas La Paloma. "Hay ideas parecidas en Francia, Inglaterra y EE UU, pero nosotros la vimos en Bélgica. Abrimos hace unos tres años y nos va bien. Tenemos periódicos desde finales del siglo XIX hasta ahora, aunque no de todos los días".
El hecho de que trabajen sin ordenador, entre estantes repletos de diarios, da a la tienda un aire antiguo, de otra época, que encaja perfectamente con el espíritu del negocio. Ante cualquier visita o llamada, Rosa consulta con rapidez las listas hechas a mano para comprobar si tiene ejemplares del día solicitado. Si los hay, cobra 34 euros por periódico, más 6 euros si el cliente quiere una carpeta especial para regalo. "¿De dónde saco los diarios viejos?", se pregunta sonriendo. "Pues, los compro a particulares o en el mercado de las Glòries. Hace poco le compramos a un señor una colección completa de 40 años de La Vanguardia, pero esto no es normal. La gente guarda sólo los diarios de días importantes. Los de antes de la guerra son más difíciles: los encontramos en anticuarios o en librerías de viejo. No trabajamos con fotocopias porque perdería encanto. A la gente le gusta el papel viejo".
La mayoría de los clientes que acuden a la tienda van con la idea de hacer un regalo de cumpleaños. "En general, los regalos de este tipo se hacen cuando el aniversario coincide con números redondos, sobre todo para los 50 años", señala Rosa, "aunque no todo es para aniversarios. Fuera de este ámbito, el diario que más nos piden es el del hundimiento del Titanic, pero ya nos vamos a 1912 y no puedo servirles. Además, salió en páginas interiores. Lo consulté con unos ingleses y me dijeron que hace poco vendieron un periódico inglés sobre el naufragio del Titanic por 125.000 pesetas y que el próximo que tengan irá a subasta. Otro diario que nos piden mucho es el de la muerte de Marilyn Monroe, en 1962, pero se llevan una decepción cuando comprueban que salió una noticia pequeña en la página 10 de La Vanguardia".
Expuestos a la vista del público, hay una Veu de Catalunya del 12 de junio de 1926 con la esquela de Gaudí en la portada y un ejemplar de La Rambla del 5 de diciembre de 1932 con una proclama del presidente Francesc Macià con motivo de la inauguración del Parlament de Catalunya. "Esto puede interesar a algún coleccionista", dice Rosa, "que también vienen por aquí. Algunos periódicos sabe mal venderlos, pero es así. A veces los leo mientras los llevo del estante al comprador y siempre hay algo apasionante".
Una curiosidad: en la década de 1940 no se guardaban tanto los diarios. La explicación, dice Rosa, es sencilla: "En aquella época la gente los utilizaba para envolver bocadillos, para proteger el cubo de la basura o como papel higiénico. Eran tiempos duros en los que todo se aprovechaba, sólo se guardaban diarios muy determinados. Años después, el que más guardó la gente es el de la muerte de Franco, en 1975. Éste lo guardaron los que estaban a favor y los que estaban en contra. Otro muy guardado fue el de la llegada del hombre a la Luna".
Mientras curioseamos por la tienda con Joan Guerrero, el fotógrafo, entra una serie de personas. Confirmando lo que nos ha dicho Rosa, todos piden periódicos de mayo de 1954 para hacer un regalo del 50º cumpleaños. Contagiado de este espítitu retrospectivo, Guerrero pide ver el ejemplar de su fecha de nacimiento, el 21 de marzo de 1940. Le sacan un Correo Catalán con claro ambiente de Semana Santa. "Nací un Jueves Santo y se nota"; sonríe mientras lee las noticias. La más destacada: "Nos redimió con su preciosa sangre", con una foto de Cristo crucificado. Otras noticias: una breve estancia de Franco en Sevilla y un reportaje sobre un Vía Crucis de la Basílica de Santa María del Mar, "destruido por la horda roja". Decididamente, la Semana Santa de los años cuarenta era otra cosa. La portada de los diarios actuales se suele reservar para la Operación Salida y las playas llenas a rebosar.
Cuando ya nos marchamos, entran unos chicos jóvenes que piden un ejemplar de mayo de 1954. "Es para un regalo", aclaran por si hacía falta, "para un 50º aniversario". Mientras les sacan el ejemplar del día que solicitan, se miran entre ellos, sonríen y comentan que la tienda "huele a viejo". Deben de sentir el vértigo de tantas noticias acumuladas en el último siglo, de tantos diarios que sobreviven en los estantes.
