Tortura
Las ventajas de las dictaduras son muchas. Las fotos de tortura en Irak no se hubieran publicado: no tendríamos que ver mujercitas maltratadoras de presos. Ni Franco hubiera entrado en la guerra: la División Azul fue de voluntarios. Cosa de ellos, no de España. Tampoco se habría dicho que hubo motín en la cárcel de Quatre Camins, Barcelona; ni que se provocó porque dos guardias dieron una paliza a un preso que salía del vis à vis (ni siquiera lo había: el preso ha de ser casto, como todos). Tampoco ahora se cuenta todo mucho; y cuando se da el parte médico del carcelero herido no se da el del preso; y se cuenta el traslado de los amotinados del "núcleo duro", pero no del traslado de los guardias. Y es que no será verdad: se sabe que los presos mienten y los guardias no. Se lo oí en la SER a un amotinado: "Ha sido porque le han pegado una paliza a un preso y estamos cansados de tanto abuso de poder y de tantas torturas por parte del centro penitenciario": había robado un teléfono móvil, qué bandido. Y nadie va a creer a la SER, por donde yo también hablo: es un poder fáctico. Aznar dijo que era un medio "perfectamente identificable" y sus acólitos lo nombraron, incluso a mí. Nadie va a creer a la emisora que dijo que no había sido ETA la culpable del crimen de Atocha, sino los guerrilleros islámicos: así, es capaz también de dejar decir que los guardias pegan a un preso. Mejor no escucharla. Pero por esa misma emisora ha dicho una persona que la ventaja de la tortura en Irak es que, como Estados Unidos es una gran democracia, esa tortura se denuncia, se publica y se castiga. Ciertamente, creer que en una democracia no se ha de torturar es exagerado; basta con que alguna se publique y quizá se castigue: en una dictadura no se dice ni se castiga, a menos que sean los rojos los que torturen. Bueno, los que hay aún son terribles: léase Fidel Castro. Solamente pensar que Fidel ha alabado la retirada española de la guerra de Irak ha estremecido a los prohombres (y promujeres: son duras) del PP, autores de la entrada en esa guerra: Fidel Castro no les felicitó. La palabra fideliana es una unidad de medida que hay que tener en cuenta.
Y es necesario saber que la bondad o la maldad de las torturas depende de quién las cause. La soldada se ríe de los órganos sexuales del iraquí: serían diminutos, simplemente, y ella puede ser experta en tamaños. Si no, los hubiera podido utilizar de otra forma. La democracia los publica velados en las fotos. Para no escandalizar a los niños ni a las mujeres.
