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Archivado el caso contra dos guardias civiles por prostitución

El Juzgado de Instrucción número uno de Llíria ha decidido archivar las dos causas abiertas en abril de 2003 contra un capitán de la Guardia Civil, responsable entonces del servicio de información, y otro agente adscrito al mismo grupo de trabajo. La causa que se inició tras una redada por corrupción de menores ha sido archivada de forma provisional, mientras que la investigación de supuestos delitos de falsificación, prostitución y contra los derechos de los trabajadores se ha sobreseído de forma definitiva.

Durante un año, la juez mantuvo abiertas las investigaciones que debían aclarar la supuesta connivencia de los dos agentes del instituto armado con el dueño de un prostíbulo, sin que el fiscal, según fuentes del caso, solicitara que se practicara prueba alguna. Las diligencias se han convertido en 3.000 folios. Las mismas fuentes apuntan que fue el equipo de la policía judicial de Llíria el que fue aportando documentación sobre las posibles irregularidades en la actuación de los guardias civiles y que finalmente han quedado, según un auto del 1 de abril, en nada.

Redada

La causa se inició después de que el 30 de abril de 2003 a las 5.35 la Guardia Civil practicara una redada en el Club Mundo Azul de La Pobla de Vallbona. Dicha actuación se preparó después de que varias mujeres de origen rumano denunciaran agresiones y retención contra su voluntad, así como venta de drogas, por parte del responsable del club. Detenido éste y tras prestar declaración ante la Guardia Civil, sin resolución judicial alguna, el juzgado citó a declarar como imputados a los dos agentes del instituto armado. Es entonces cuando se abren dos causas: una por supuesta corrupción de menores -según los que practicaron la redada cuando los detenidos estaban investigando, en el interior del local había dos menores, que nunca fueron localizadas- y otra por presunta connivencia con el dueño del club y por utilizar a las chicas de gancho, protegerlas y ayudarlas a salir.

A partir de ahí, el coronel de la Guardia Civil de Valencia Jesús Alegre cesó al responsable del servicio de información -anteriormente en el servicio de seguridad del Palacio de la Moncloa, condecorado y reconocido por su trabajo en Bosnia- y al otro agente porque había perdido su confianza. Desde entonces, han estado en expectativa de destino.

La defensa de los dos agentes anuncia actuaciones judiciales porque quiere que se aclare el motivo de la acusación a estos guardias, que estaban en ese momento investigando una red de rumanos que introducía en España mujeres para prostituirlas. El coronel Jesús Alegre tenía conocimiento de esas pesquisas, afirman. En su opinión, debe aclararse la razón de que se abortara esa investigación, ya que, según aseguran, por tres veces se estuvo a punto de detener al cabecilla de la red.

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