La asamblea del PNV revoca al tribunal que trató de impedir la reelección de Urkullu

La Asamblea Nacional del PNV aprobó en la madrugada de ayer, en una sesión extraordinaria que duró más de seis horas, abrir un proceso para revocar de sus cargos a los miembros del tribunal interno por su discutida actuación en el proceso de elección de la nueva ejecutiva de Vizcaya. El tribunal declaró inelegible en primera instancia al candidato del sector de Josu Jon Imaz, Iñigo Urkullu, al aceptar la denuncia de tres militantes afines a Xabier Arzalluz y Joseba Egibar. El acuerdo, que contó con 37 votos a favor y 16 en contra, se basa en falta de imparcialidad en el tribunal.

La crisis abierta en el PNV con motivo de la sustitución de Arzalluz al frente del partido conoció en la madrugada de ayer otro paso inédito en el tortuoso proceso de elección de las nuevas ejecutivas regionales. Los dos sectores enfrentados mantienen una lucha, ya sin cuartel, que amenaza con dejar heridas profundas.

Y aún no ha comenzado la segunda vuelta para la designar la ejecutiva de Guipúzcoa, que se abre mañana, en la que se prevé un fuerte enfrentamiento entre el hombre de Arzalluz, Joseba Egibar, y el actual presidente de ese territorio, Juan María Juaristi, alineado con Imaz. En Navarra y Álava hay una única candidatura.

El máximo órgano del partido, reunido de forma extraordinaria a instancias de la organización de Vizcaya, acordó iniciar un proceso sin precedentes para revocar de sus cargos a los miembros del Tribunal Nacional de Justicia por su falta de imparcialidad. Se les reprocha haber "actuado con falta de diligencia" y haber "vulnerado los derechos" de Iñigo Urkullu, que opta a la reelección al frente de la poderosa ejecutiva de Vizcaya -que agrupa más del 70% de la afiliación del PNV- con su decisión de declararlo inelegible por supuesta vulneración de los estatutos y de paralizar cautelarmente el proceso electoral.

La Asamblea Nacional del sábado reprodujo el ambiente avinagrado y de enfrentamiento que se ha vivido esta semana, tanto en la reunión de los presidentes de las organizaciones municipales vizcaínas del miércoles como en la de la asamblea regional del día siguiente, en la que se decidió por abrumadora mayoría (158 votos a favor y 5 en contra) levantar a Urkullu la declaración de inelegible. Según el acuerdo de ayer, este tribunal "actuó con falta de diligencia, ignorando elementales garantías procesales, viciando el desarrollo del procedimiento y con inexistencia de trámite alguno de audiencia a la parte afectada, vulnerando así sus derechos como afiliado, tanto a la defensa como al acceso de cargos internos".

El tribunal interpretó que Urkullu, que domina abrumadoramente a su competidor en Vizcaya, se ve afectado por la limitación de los cargos internos a dos mandatos de cuatro años consecutivos, introducida en los estatutos de 2000. La propia norma, sin embargo, indica que el límite sólo opera a partir de esa fecha, por lo que difícilmente era aplicable ahora.

El órgano judicial está compuesto por cinco personas, la mayoría afines al sector arzallusista. Uno de sus miembros, que había votado contra de la suspensión cautelar del proceso electoral en Vizcaya, comunicó a la asamblea su dimisión por desacuerdo con la actuación del tribunal ahora reprobado y por motivos personales.

La desautorización del tribunal trata también de evidenciar el control que Imaz pretende ejercer sobre el partido. "Había que tomar las riendas por el descontento generado en las bases", indican fuentes cercanas al nuevo líder del PNV. En una nota distribuida ayer por la secretaría de la ejecutiva, Imaz apostó porque "los distintos pareceres" se planteen abiertamente en el seno de los órganos del partido.