El enigma de Fonsi Nieto
Sin razón que lo justifique, el madrileño ha pasado de luchar por el título a un segundo plano
Lejos quedan los tiempos en los que afirmaba sin remilgos: "Yo no corro para ganar carreras, sino para ganar el Mundial". Así de tajante se mostraba hace sólo dos años Alfonso González Nieto (Madrid, 1978), conocido como Fonsi, de quien la afición esperaba por entonces que se convirtiera en un grande del motociclismo español. Y esperando sigue.
Cinco de mayo de 2002, circuito de Jerez. Fonsi Nieto vence en la categoría de 250cc, en la que supone la primera victoria de su vida en un Mundial. A la llamada de ese triunfo, y del que se produjo dos semanas después en Le Mans (Francia) se crea una expectación desaforada alrededor del piloto madrileño, al que le llegan de golpe la fama, multiplicada por su noviazgo con la actriz Elsa Pataky, y los contratos publicitarios. Fonsi gana dos carreras más aquella temporada.
Ganó carreras, cierto, pero no el Mundial. Quedó segundo, tras el italiano Marco Melandri, un tipo que por entonces le superaba en moto y en mala leche. Llegó el año 2003, Melandri se fue a MotoGP y al mando del cuarto de litro se quedó Fonsi, elegido en todas las quinielas como el máximo favorito. Pero acabó quinto, con sólo una victoria en su haber (Gran Bretaña) y un puñado de decepciones en su debe, escondido como acabó en el pelotón en más de una ocasión. "¿Me pide que le explique lo que ha ocurrido con Fonsi? Pues la verdad es que no lo sé". Quien así habla es Jorge Martínez Aspar, campeón del mundo que fue y director de Fonsi que es en el equipo Aprilia. "Le conozco desde que tenía 12 años y posee un talento natural para conducir. Es un piloto bestial. Después de lo que hizo en 2002 todos le dábamos como el futuro campeón español. Pero el último año lo pasó muy mal, fatal".
¿Qué le puede suceder a un piloto para que en cuestión de meses, con el mismo equipo y la misma moto, se desmorone como lo ha hecho el madrileño? "Comenzó a tener problemas de pilotaje, de chasis, de conducción...", reflexiona Aspar. "Problemas que nunca había tenido. Es difícil entender cuales son los motivos. Antes era peleón, aguerrido y tenía cara de mala leche. Ahora no".
Hoy, en Jerez, ante un público que hace dos años rugió en su honor, Fonsi arrancará en el séptimo puesto de la carrera de 250cc. Para coger la forma, hace unas semanas desapareció del mundanal ruido y forzó el trabajo. Pero llegó a Jerez, se acatarró, le picó una avispa y la moto comenzó a hacerle perrerías. Aún así, él está convencido de que hoy puede recuperar parte de la gloria perdida. Y Aspar, también: "Es una cuestión de coco, sin duda. Para cualquier chaval resultaría tremendo pasar en tres años de ser un piloto más a convertirse en una estrella, conocida por las motos y, también, por otros aspectos. Y si encima luego te va mal en las carreras.... Pero espero y deseo que todo se solucione pronto y que por fin recupere la cara de mala leche".
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