Tres artistas alemanes reinterpretan en una exposición el romanticismo germano
"La felicidad tendría que ser un bien de primera necesidad", afirmó Hans Menke, director de la Fundación Círculo de Lectores, en la inauguración de la exposición Sobre la fragilidad de la felicidad, que reúne en Barcelona las obras de tres pintores alemanes en el centro cultural Círculo del Arte (Princesa, 52) hasta el 30 de mayo. Jürgen Marose (1952), Anna Schriever (1961) y Rainer Storck (1955), este último afincado en Barcelona, decidieron trabajar sobre un mismo tema, la felicidad, desde lugares distintos.
Por ello, las 77 obras que se exponen forman un itinerario armónico, articulado alrededor de unos textos que subrayan el común sentimiento de precariedad, inseguridad y desasosiego. A pesar de la mezcla, la sensibilidad de cada autor se hace evidente: Jürgen Marose, con grandes paisajes evanescentes y seres totémicos pintados con alquitrán que recuerdan a antiguos guerreros masai; Anna Schriever, utilizando la figura humana como espejo de inquietudes y angustias; Rainer Storck, con abstracciones que evocan inundaciones y desastres naturales provocados por la degradación del medio ambiente. La exposición que acoge el centro cultural Círculo del Arte ha sido programada con motivo del Fórum y es la continuación ideal de otro proyecto titulado El desasosiego que los tres artistas llevaron a cabo hace dos años.
"Mientras que un sector del arte contemporáneo se ha inclinado por la provocación, la brutalidad y la violencia, Marose, Schriever y Storck reinterpretan la gran tradición del romanticismo alemán de Goethe, Novalis y Brahms. Su arte refleja los estados de ánimo de nuestro mundo resquebrajado y sumido en la guerra. Un mundo que ha globalizado la incomprensión. Cada uno de ellos tiene momentos más dramáticos o más líricos, pero siempre de profundis, desde lo más profundo de su ser", afirmó Daniel Giralt-Miracle, crítico de arte y director del Espai Gaudí, en su presentación de los tres artistas, que exponen en Barcelona por primera vez. "Ésta es una exposición atípica, no sigue las tendencias de la moda ni las directrices del mercado. Trata de las revelaciones arcanas, la vida y la muerte, la relación del hombre con la naturaleza, la conciencia del ser y el estar, la fragilidad del ser humano y su anhelo hacia la felicidad", concluyó Giralt-Miracle.
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