Alexandr Bovin, diplomático y periodista

Alexandr Bovin, figura emblemática de la perestroika de Mijaíl Gorbachov y primer embajador de la nueva Rusia en Israel, falleció el jueves pasado en Moscú a los 73 años de edad, después de una larga enfermedad. En la época soviética, Bovin fue consejero de Leonid Brézhnev, uno de los que le escribían los discursos en los que abogaba por la coexistencia pacífica. Contrario a la invasión de Checoslovaquia, finalmente fue cesado de su cargo de jefe del grupo de consultores de los dirigentes soviéticos en 1972, pero gracias a que había sido el favorito de Brézhnev, se le permitió crear el programa televisivo Panorama Internacional, el primero en la época comunista que daba una visión más o menos objetiva de lo que sucedía en el mundo.

En 1991 partió a Israel, donde representó a Rusia hasta 1997. Su nombramiento causó sorpresa en ese entonces. Como él mismo comentaba con humor: "Es que ni siquiera soy judío. Lo que, por supuesto, es una lástima. Si lo fuera sería más inteligente". Y cuando finalizó su misión, dijo: "Si tuviera 20 años menos, pediría que me nombraran embajador en Islandia: allí hace menos calor y no hay ningún proceso de paz". De regreso en Rusia fue comentarista político del prestigioso diario Izvestia -donde ya lo había sido entre 1972 y 1991- y autor del programa televisivo Conversación a fondo.

Bovin había nacido el 9 de agosto de 1930 en Leningrado, hoy San Petersburgo. Diplomado de la Facultad de Derecho por la Universidad de Rostov, hizo estudios de posgrado en Moscú y fue juez en la provincia de Krasnodar. Pero poco después se dedicó al periodismo e ingresó en la revista Kommunist, órgano del comité central del Partido Comunista de la URSS. Los últimos años de su vida Bovin fue decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad Humanitaria de Moscú. Autor de varios libros, entre los que destacan: Cinco años entre judíos y diplomáticos rusos; La vida del siglo XX; Notas de un falso embajador.-