Guerra y lenguaje

CHRISTIAN MARAZZI es uno de los pensadores de la teoría política contemporánea y de la sociedad actual más críticos e importantes. Nacido en Lugano (Suiza) en 1951, tras enseñar en la Universidad de Padua, en la State University de Nueva York y en las de Lausana y de Ginebra, hoy es profesor de la Escuela Universitaria de la Suiza italiana y autor de libros como E il denaro va. Esodo e rivoluzione dei mercati finanziari y Capitale e linguaggio.
PREGUNTA. ¿Cuál es la tesis principal de El sitio de los calcetines?
RESPUESTA. Analizo la transición de la sociedad industrial (o fordista) a la sociedad de la información (o pos-fordista), centrándome en la entrada directa de la comunicación en los procesos productivos y laborales. Se trabaja comunicando: ésta es la tesis principal. Intento demostrar que desde principios de la década de 1980 los nuevos modelos de empresa se fijaron como objetivo la destrucción de la clase obrera industrial, de sus formas de lucha, sus prácticas organizativas y sus lenguajes. La precariedad, la flexibilidad y la descomposición del tejido industrial han modelado un nuevo tipo de obrero social que trabaja en el territorio urbano, así como en los guetos de las periferias, y que ha de vérselas con la crisis política del Estado de bienestar.
P. ¿Cómo puede esclarecer su investigación sobre el "giro lingüístico de la economía" las causas profundas de la guerra de Irak?
R. Cuando hablo del lenguaje como de un terreno de lucha política sitúo la diferencia sexual en el centro de la producción simbólica de "mundos posibles", de sensibilidades y de culturas diferentes. La guerra o, para ser más exactos, el Estado-guerra al que asistimos es la transformación de la diferencia de género en "choque de civilizaciones", en enfrentamiento entre "ellos y nosotros". Así, lo que es productor de mundos posibles se transforma en máquina de destrucción bélica. Además, la centralidad del lenguaje en el modo de producción pos-fordista permite explicar la importancia del capital simbólico y los mecanismos de comportamiento mimético de los ahorradores que, en los noventa, han invertido en los mercados financieros, perdiendo los fondos de pensiones.
P. ¿Cómo se explican los problemas de la "propiedad intelectual" desde su reflexión sobre el "nuevo ciclo económico"?
R. Con los derechos de propiedad intelectual se privatizan los bienes comunes y en primer término el saber social, pero también el patrimonio genético, el espacio de la comunicación, el agua, la energía y los productos farmacéuticos. Se reintroduce la propiedad privada allí donde el progreso tecnológico permite en términos concretos la socialización de la riqueza y del bienestar colectivos. La nueva economía ha entrado en crisis cuando ha resultado ser una "no economy", es decir, una economía en la que se puede producir y consumir fuera de la lógica del beneficio. La crisis de los mercados financieros comenzó cuando Bill Gates fue acusado de prácticas monopolistas. La paradoja de la nueva economía reside en esto: para garantizar los beneficios se deben asegurar los derechos de propiedad intelectual, pero estos mismos derechos de monopolio contradicen su modo de funcionamiento a través de innovaciones continuas.
P. ¿Cómo podría una Europa política oponerse al unilateralismo de Estados Unidos y constituir un bloque político alternativo?
R. Convirtiéndose en un laboratorio de oposición a la guerra y al nacional-liberalismo económico predominante. Europa tiene en sus manos la gran oportunidad de convertirse en la comunidad de todos aquellos que no tienen comunidad. No se trata de una división entre América y Europa. Es preciso oponerse a la reducción del concepto de Europa a un nuevo nacionalismo geopolítico y económico simétrico con respecto al estadounidense.
P. ¿Cómo podría el movimiento surgido en 1999 en Seattle superar su papel de movimiento de "opinión pública" para convertirse en un sujeto activo, capaz de construir "otro mundo posible"?
R. La metáfora del gran éxodo del Imperio permite entender aquello a lo que se enfrenta el movimiento global. Será el éxodo de las minorías. Se trata de rechazar toda forma de representación política eurocéntrica, de resistir en los lugares de vida y de asociarse de modo extraterritorial, de ser apátridas y cosmopolitas y provincializarse en mil periferias del mundo. Es preciso superar la idea de la democracia basada en el principio del gobierno de la mayoría. Es preciso dar preponderancia a las minorías múltiples, organizándolas conforme al principio de las redes extraterritoriales. Es así como imagino el futuro inmediato de lo que podemos llamar la "globalización desde abajo".
El sitio de los calcetines. Christian Marazzi. Traducción de Marta Malo de Molina. 106 páginas. Akal. Madrid, 2004. 10,40 euros.
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