Álex de la Iglesia se estrena en el teatro produciendo 'Dos hombres sin destino'

Dos hombres sin destino es el título de la primera incursión del director de cine Álex de la Iglesia en el teatro, en este caso como productor a través de su recientemente creada productora teatral Pánico Escénico. Se estrena hoy, a las 20.30, en el teatro Social de Basauri (Vizcaya) y se representará allí los tres días del fin de semana. Después, la obra ya tiene cita en Gijón y sus artífices esperan que continúe rodando por el resto de España "y del extranjero", como indicó De la Iglesia durante la presentación.

La obra también supone el debut en el teatro de su director, Pepón Montero, ganador del premio Goya al mejor largometraje de animación en 1998 con Megasónicos. Montero es también responsable del texto junto con Juan Maidagán. Ambos han desarrollado su carrera como guionistas, principalmente en televisión y publicidad.

Montero envió el guión a su amigo Álex de la Iglesia, que pensó que era "lo mejor que había leído en años". Tan es así que creó la productora teatral para hacerse cargo de la obra. "Siempre me ha gustado el teatro, y ésta es una manera de aproximarme", comentó. De la Iglesia no descarta que, gracias a Pánico Escénico, pueda verse en un futuro dirigiendo teatro. De momento, espera el estreno, el próximo 22 de octubre, de su último filme, Atraco ferpecto.

Cambiar de vida

En Dos hombres sin destino, de una hora y 40 minutos de duración, los actores Manuel Tallafé y Enrique Martínez dan vida a José Ángel y Juan Ignacio, respectivamente, dos individuos que repasan sus vidas sentados en un sofá. Van a cumplir los cuarenta y descubren que no han hecho en sus vidas nada más que estar sentados en el sofá. Juan Ignacio decide cambiar de vida y aprovechar el tiempo.

De la Iglesia aseguró saber de lo que se habla en la obra, ya que él pasó mucho tiempo "sentado en el sofá viendo la tele", aunque ahora su principal ocupación sea "cambiar pañales". El director bilbaíno explicó que "lo importante de la obra es lo que sucede cuando la situación cambia, cómo se enfrentan los dos protagonistas a ese nuevo estado". Lo que le atrajo de la historia fue su "humor absurdo, las ganas de divertir y, sobre todo, un reflejo certero de nuestra generación, que la única alternativa que tiene es sentarse en un sofá ante la tele o volverse loco".

"Ante todo lo que ocurre en el mundo, ¿no es una postura loable no hacer nada?"

, se preguntó De la Iglesia, que afirmó no haber intervenido en nada en la dirección de la obra. "Yo he pasado por eso y la única manera de que todo salga bien es no intervenir".

El director bilbaíno consideró que "uno de los alicientes de esta obra es que somos todos novatos y puede pasar cualquier cosa, desde que se caiga algo a que un actor sufra de pánico escénico". "Por eso es recomendable verla".