Un ex directivo del Barça, mezclado en las amenazas a Joan Laporta

Ramon Fusté, ex directivo del Barça con Núñez y Gaspart, aparece implicado en el sumario sobre las amenazas que recibió el presidente del Barça, Joan Laporta. El juez, que ha levantado el secreto del sumario, detuvo en febrero a Manuel Santos, ex empleado del club, por haber mantenido una conversación con un boix noi a quien instó a apalear a Laporta. Santos, que alegó ante el juez que se trataba de una broma, aludió a Fusté y "a alguno más" en una conversación privada que grabó la policía. "Querían apartarme de la presidencia", reflexionó ayer Laporta.

El caso trascendió en febrero cuando el juez ordenó el arresto de Santos, un oscurso personaje de la época del nuñismo que actuaba de puente entre la junta y los boixos nois a quienes supuestamente les proporcionaba entradas para acceder al Camp Nou. Laporta, que se propuso desde el primer día extirpar la violencia del Camp Nou, le despidió de forma fulminante. Meses después empezó a recibir amenazas y aparecieron pintadas en su casa. Laporta presentó entonces una denuncia en el juzgado de Barcelona pero su caso apareció inesperadamente en otro de Vic que investigaba una compleja trama de extorsionadores profesionales que, entre otras acciones, intentaron secuestrar a un marroquí para forzarle a transportar 1.500 kilos de hachís.

El magistrado autorizó entonces la intervención telefónica de Ricardo M.L, de 32 años, uno de los sospechosos y también hincha radical. En la conversación entre el boix y Santos que grabó la policía con orden judicial éste sugiere la posibilidad de apalear a Laporta a través de terceras personas que ambos conocen. Fuentes judiciales explicaron ayer que durante esa conversación también se alude a Fusté, aunque de manera poco precisa, como la persona que podría pagar a los agresores.

Santos permaneció varios días detenido y salió en libertad bajo los cargos de delito de amenazas de muerte y contra la integridad física. Su abogado, José Luis Bravo, sostuvo que su cliente solo hizo un gesto de chulería y en broma. El supuesto encargo se inscribió en un momento en que se articulaba una alternativa para suceder a Laporta alrededor de Josep Lluís Núñez i Navarro, hijo del ex presidente.

El arresto de Santos provocó un fuerte impacto en el Barça por sus vinculaciones con directivos nuñistas (trabajó en los aparcamientos de uno de ellos) pero, en su declaración ante el juez, no implicó a nadie. "Sólo aparece un nombre en concreto", confirmó ayer Laporta en declaraciones a Catalunya Ràdio tras conocer que el juez había levantado el secreto de las actuaciones. Es el de Fusté, que aparece en esas cintas telefónicas.

"No quiero decir nada de este tema porque no sé nada", dijo ayer el ex directivo y empresario a este diario. Fusté tiene abierta otra causa por su supuesta participación, junto a otros cuatro empresarios, en un delito fiscal de una suma que se le eleva a 1,7 millones de euros. La fiscalía ha formulado acusación contra él y le pide penas que suman varios años de cárcel.

Imputación difícil

El ex directivo desapareció de la órbita azulgrana en febrero del año pasado cuando retiró la moción de censura que había anunciado contra el entonces presidente azulgrana, Joan Gaspart. La medida la desestimó cuando éste renunció a su cargo. La reunión la convocó el entonces secretario de Deportes de la Generalitat, Josep Maldonado, para reconducir la situación del club y también asistió el publicista Lluis Bassat.

Fuentes judiciales sostienen que será muy difícil imputar delito alguno a Fusté al haber sido citado por terceras personas en esa conversación telefónica y no haber sido investigado directamente en su momento. Sin embargo, no se descarta que se le cite a declarar en calidad de testigo. Laporta se personará en la causa a título individual, cuando el juez de Vic desgaje esos hechos del sumario de la red de extorsionadores y envíe la causa al juzgado que abrió diligencias cuando el presidente azulgrana denunció las pintadas frente a su domicilio, cosa que podría ocurrir hoy.