Los fabricantes españoles de ordenadores se agrupan para promocionar sus productos

Los fabricantes españoles de ordenadores personales empiezan a estar hartos de que a sus equipos se les califique como clónicos, cuando en calidad, prestaciones y tecnología son comparables a los que ofrecen las principales marcas multinacionales. Para promocionar este mensaje de calidad, siete de los principales fabricantes españoles de ordenadores personales han creado la agrupación Atel y se han comprometido a cumplir las normas más exigentes de fabricación y a utilizar programas originales y los componentes más avanzados.

La Agrupación de Tecnológicas Locales (ATEL) está formada por las empresas APD, Cofiman, Data Logic, Diode, Infinity System, Investrónica y PCI, que están considerados los principales fabricantes españoles de ordenadores personales. La lista de socios, sin embargo, no es cerrada y en los próximos meses se pueden adherir otras empresas, como es el caso de Jump, con el que se está manteniendo conversaciones, como aclara Antonio Caloto, portavoz de la agrupación constituida a finales del año pasado y dada a conocer oficialmente hace unas pocas semanas.

Caloto considera que el mercado español ya reconoce la calidad de los productos informáticos que ofrecen las empresas españolas, pero piensan que con su unión refuerzan este reconocimiento.

Atel ha creado un sello que respaldará la garantía de calidad que ofrecen y está previsto que dentro de unas semanas empiece a figurar en los equipos y catálogos de los asociados. Los miembros de Atel se han comprometido a utilizar las normas de fabricación y medioambientales más exigentes, como son las ISO 9001 / 2000 y 14001, respectivamente, así como incluir siempre programas originales. La mayoría ya cumple desde hace años las normas ISO y otras están en curso del proceso de homologación. La garantía que ofrecen contra cualquier defecto es de dos años, como marca la reglamentación actual, aunque algunos ofrecen tres años de garantía.