La venganza de The Alarm

Algunos lo llaman "edadismo" y es extraordinariamente común en el mundo de la música pop: el desprecio por los creadores maduros, a los que no se concede atención. Lo acaba de demostrar The Alarm, el grupo galés popular en los años ochenta por su espíritu cercano al de U2. Después de una tarde de lamentos en su pub, a su cabecilla, Mike Peters, se le ocurrió editar una atractiva canción del grupo, 45 RPM, bajo un seudónimo, The Poppyfields. Para hacer más convincente la farsa, llamó a un grupo joven, The Wayriders, para que aparecieran en el vídeo correspondiente de 45 RPM. El tema tuvo una gran acogida en BBC Radio 1 y otras emisoras musicales. Cuando el disco de The Poppyfields llegó al número 28 en las listas de ventas británicas, Peters reveló el engaño e hizo que enrojecieran muchos programadores que llevaban 15 años ignorando sus grabaciones en solitario o con The Alarm. Según Peters, se trataba de demostrar que "la edad, el corte de pelo y el vestuario de los artistas determinan muchas veces lo que suena en esos medios, que son muy cuidadosos con el racismo o la homofobia pero practican tranquilamente el edadismo, que es otra forma de discriminación".-