Maestros de educación física demandan una normativa que regule su profesión

La práctica deportiva en los colegios e institutos se ha reforzado en los últimos años debido a la convicción generalizada de que todos los sectores de la comunidad educativa mantienen sobre la necesidad de que los estudiantes adquieran una cultura del deporte, algo que se considera un capítulo importante en su formación. Sin embargo, los profesionales cualificados para impartir estas enseñanzas se encuentran con muchos problemas a la hora de poder ejercer su profesión. La falta de una normativa unificada, la precariedad laboral y el intrusismo son los principales escollos con los que se topan los licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, estudios que desde hace 20 años se imparten en la Universidad de Granada y que, en breve, podrán cursarse también en la San Pablo CEU y en la Pablo de Olavide, ambas en Sevilla.

Ahora mismo, la Consejería de Educación se encarga de fijar los requisitos que han de cumplir los profesores de Educación Física que ejercen en los centros de la comunidad. Educación sólo exige que se cuente con una licenciatura, da igual de qué, para poder acceder al puesto de profesor. "No hace falta ni siquiera tener una especialidad, basta con ser licenciado, por ejemplo, en Arquitectura, con lo que se hace un flaco favor a aquellos profesionales que cuentan con su licenciatura en esta disciplina e incluso con una especialidad, bien sea educativa, recreativa, de la salud o de gestión de recursos e instalaciones", explica Juan Francisco Martín Encinar, profesor de Educación Física y vocal por Málaga del Colegio Oficial de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en Andalucía (COLEF).

Martín Encinar aboga porque sea la propia Consejería de Educación quien se encargue de establecer un marco legislativo básico para la regulación del ejercicio profesional de las diferentes titulaciones técnico-profesionales teniendo en cuenta el nivel de formación, competencias y perfiles profesionales de las mismas. "De esta forma, esta normativa podría servir de referencia para su cumplimiento por parte de las diferentes entidades e instituciones públicas y privadas que se sirven de estos profesionales, como los ayuntamientos, diputaciones, gimnasios, clubes deportivos, donde con un curso es bastante para ejercer como monitor, profesor o socorrista", apunta Martín Encinar.

La falta de una normativa unificada es, en opinión de Martín Espinar, el más serio problema al que se enfrentan los profesionales cualificados, que sufren situaciones surrealistas, como poseer un título oficial y una maestría (especialidad en un deporte determinado) y, sin embargo, no poder acceder a un puesto en una federación deportiva, ya que éstas no reconocen como válidas las especialidades admitidas por Educación.

Actualmente, Educación acredita legalmente tres titulaciones: Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y/o Licenciado en Educación Física, Diplomado en Magisterio con la especialidad de Educación Física y las correspondientes a los Ciclos Formativos de grado Superior y Medio.

Martín Encinar, como vocal del COLEF, propone que sea Educación, vía Ciclos Formativos, la que asuma y ordene las distintas variantes existentes en la práctica docente deportiva. "Este control acabaría con la precariedad laboral del gremio, el intrusismo y la merma en la calidad de los servicios que se ofrecen a los ciudadanos", afirma Martín Encinar, para quien sería necesario que Educación tuviera también las competencias en Deporte, ahora adscrito a la Consejería de Turismo.

Respecto a las empresas que se sirven de profesionales que muchas veces no cumplen con los requisitos exigibles, Martín Encinar señala que lo más conveniente sería que se crease una legislación que obligue a estas empresas a homologar los currículos de sus variopintas titulaciones o, en su caso, proponer el estudio formal para crearlas o adaptar las ya existentes.