Soldados españoles abaten a dos iraquíes al repeler una emboscada en Diwaniya
Los agresores iban vestidos de negro, como los seguidores del imam chií radical Al Sáder
Al menos dos iraquíes murieron a primera hora de la tarde de ayer en un enfrentamiento con soldados españoles en Diwaniya (Irak). Según explicaron portavoces del contingente español en Irak, la patrulla, integrada por tres blindados de Caballería, abrió fuego cuando se vio atacada con un coche bomba, disparos de fusilería y una granada RPG-7. Los agresores eran individuos vestidos de negro, indumentaria habitual del llamado Ejército del Mahdi, que dirige el imam radical chií Múqtada al Sáder. Los soldados españoles no tuvieron ninguna baja, al contrario que los estadounidenses, que sufrieron dos heridos en otro ataque similar registrado también en Diwaniya sólo media hora más tarde.
El ataque a la patrulla española se produjo en torno a las 17.15, hora local (dos horas menos en la España peninsular). Tres Vehículos de Exploración de Caballería (VEC) estaban realizando una patrulla rutinaria por las calles de la ciudad cuando se produjo la explosión de un coche bomba. El primero de los blindados se detuvo y, en ese momento, según la información facilitada por los portavoces de la brigada, fueron atacados con disparos de fusilería -probablemente Kaláshnikov AK-47- y una granada del tipo RPG-7, que erró su objetivo.
El segundo de los blindados abrió fuego contra los agresores con su cañón de 25 milímetros. "Como consecuencia del enfrentamiento, al menos dos individuos que portaban armas fueron abatidos", según una nota difundida en Madrid por el Ministerio de Defensa.
Portavoces de la brigada aseguraron que los soldados españoles actuaron "en legítima defensa" y que el uso de la fuerza fue "proporcional a la amenaza y acorde con las reglas de enfrentamiento", llamadas Roes.
Si utilizaron el cañón de 25 milímetros, en lugar de la ametralladora de 12.70 que también lleva el VEC, fue porque el primero es más preciso y se trataba de evitar daños a civiles que en ese momento circulaban por la zona, explicaron las fuentes consultadas.
Concluido el enfrentamiento, la patrulla regresó a Base España sin daños personales ni materiales de consideración. A bordo de los tres VEC iban unos 15 militares, pertenecientes al Regimiento de Caballería Lusitania, con base en Valencia. Portavoces de la brigada reconocieron que las consecuencias del ataque podían haber sido muy diferentes si los soldados hubieran patrullado a pie, como hacían hasta hace pocas semanas, y no en blindados.
El ataque contra por los blindados españoles no fue el único que ayer se produjo en Diwaniya. Con media hora de diferencia, a las 17.45, hora local, fue atacada una patrulla estadounidense en las proximidades de Base Santo Domingo, donde se encuentra acantonado el contingente dominicano.
Como resultado de la agresión -en la que también se emplearon fusiles y granadas RPG-7, aunque no un coche bomba- resultaron heridos dos soldados de EE UU. Desde Base España se envió un convoy para recogerlos y ambos quedaron ingresados en el Escalón Médico español; uno de ellos con heridas leves y otro, con un brazo roto y fragmentos de metralla en una pierna, según fuentes militares. Los dos ataques de ayer en Diwaniya, a 180 kilómetros al sur de Bagdad, rompen la imagen de una ciudad relativamente tranquila en comparación con otras zonas del país y, en particular, con la vecina ciudad de Nayaf.
Sinceridad en cuestión
Si se confirma la autoría del Ejército del Mahdi, también queda en cuestión la sinceridad del imam chií radical Múqtada Al Sáder, cuando aseguró haber pedido a sus seguidores que cesasen los ataques contra las tropas españolas.
Ayer mismo, un portavoz de Al Sáder, el jeque Ahmad Al-Sheibani, aseguraba a Efe que el Ejército del Mahdi estaba dispuesto a "proporcionar protección" a las tropas españolas para garantizar su repliegue. Eso sí, exigía como contrapartida la entrega de "un blindado" y del armamento de los soldados. "Si los ataques contra las tropas españolas continúan", explicó este portavoz, desde el interior de la mezquita del imam Alí en Nayaf, "a pesar del llamamiento a su cese por parte de Al Sáder, es porque los luchadores consideran que los soldados [que hay] ahora en la antigua base española ya no son españoles".
En la base de Nayaf hay 380 soldados salvadoreños y 200 españoles. El plan de retirada del contingente español prevé que estos últimos se concentren en Diwaniya, junto a sus restantes compañeros, antes de emprender el repliegue hacia Kuwait. No obstante, fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron que la columna con una docena de blindados y camiones de transporte que ayer partió de base Al Andalus (Nayaf) hacia Base España (Diwaniya) no formaba parte de dicho repliegue, sino que era un convoy logístico rutinario.
En todo caso, los portavoces de la brigada española mantienen la reserva sobre la fecha en que se producirá la evacuación de Nayaf por parte de los españoles, por considerar que este dato puede afectar a la seguridad de los salvadoreños.
Desde que, hace una semana, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ordenó la retirada del contingente español de Irak "en el menor tiempo y con las mayores garantías de seguridad posibles", otros dos países integrados en la Brigada Plus Ultra (República Dominicana y Honduras) han seguido el mismo camino. Sólo El Salvador mantiene el compromiso, aunque su presidente, Francisco Flores, declaró ayer que su permanencia más allá del 30 de junio será decidida por su sucesor en el cargo, Tony Saca, quien no se ha pronunciado pese a pertenecer al mismo partido, el derechista Arena.
Desde que, el pasado día 3, Estados Unidos detuvo al representante de Al Sáder en Nayaf, ésta se encuentra prácticamente en estado de sitio. Unos 2.500 soldados estadounidenses están acuartelados a las afueras de la ciudad santa chií, con la amenaza de asaltarla si el clérigo no se entrega y disuelve el Ejército del Mahdi. Los ataques contra la base Al Andalus se han repetido casi a diario. El pasado martes, por ejemplo, resultó alcanzada por diez proyectiles de mortero, que no causaron daños.
Las dos emboscadas de ayer en Diwaniya demuestran, sin embargo, que la inseguridad no se limita a Nayaf, lo que complica los planes de retirada y obliga a reforzar más si cabe las medidas de protección.
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