El fiscal pide cárcel a dos pirotécnicos por un petardo que causó heridos

La Fiscalía solicita penas de dos años y medio de cárcel para Miguel G. L. y Bernardo S. V., propietarios de la firma Pirofantasía y Multimedia que fabricó el petardo conocido como superchupinazo y que en la verbena de San Juan de 1997 causó quemaduras y amputaciones de dedos a más de un centenar de personas en Cataluña. El fiscal pide igual pena de cárcel para el alto cargo del Ministerio de Industria Fernando V. G. que en enero de 1992 autorizó su comercialización pese a que, presuntamente, no cumplía la normativa vigente. Los tres hombres están acusados de 112 delitos de lesiones por imprudencia grave. Otros cinco imputados quedan sin cargos por falta de indicios.

El superchupinazo, del que se distribuyeron 97.000 unidades en Cataluña en 1997, es un petardo de fricción cuya carga se encuentra en un tubo de cartón y que se acciona al rascar su cabeza de fósforo como una cerilla. El artefacto posee un sistema que retarda la detonación pero, según la acusación, explotaba en cuestión de segundos sin dar tiempo a desprenderse del mismo. El juicio se inicia el martes en la biblioteca Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú.