Endesa vuelve a pisar el acelerador

Endesa da por concluido su particular vía crucis, consecuencia de la crisis latinoamericana abierta en 2001, y vuelve a dar prioridad al crecimiento sobre el saneamiento financiero y la reducción de la deuda. Los objetivos de crecimiento, en los que va a invertir 13.100 millones de euros entre 2004 y 2008, van a dirigirse principalmente a ampliar la capacidad en sus actividades energéticas, al mercado español y a incorporar casi exclusivamente a su parque de producción fuentes alternativas al carbón.

Planea incorporar 5.487 megavatios, con centrales de ciclo combinado y energías renovables, a su capacidad de producción en el mercado nacional

2003 ha marcado el punto de inflexión, explican en Endesa. La mayor parte de los objetivos que se marcó la compañía en el plan estratégico 2001-2005, agregan, se han cumplido ya. Ha habido un importante saneamiento del grupo, hemos reducido la deuda en dos años en un 31% (ha pasado de 25.007 millones de euros a 17.250), el plan de fortalecimiento económico y financiero de Enersis y Endesa Chile ha ido magníficamente, nuestra filial italiana tres cuartos de lo mismo, y todas nuestras empresas se autofinancian..., señalan.

Ahora, según afirmó hace unas semanas su presidente, Manuel Pizarro, "la compañía tiene bien asentados los pies en el suelo", y es el momento de extraer valor a sus inversiones, y citó como ejemplos al grupo Auna, del que es principal accionista, y cuyo resultado de explotación creció un 51,3% en 2003 espoleado por la marcha de Amena; Latinoamérica, tras el saneamiento de sus inversiones en la región; y la aportación de dividendos de Endesa Italia ya en el pasado ejercicio.

Rafael Miranda, el consejero delegado de Endesa, agregaba esta misma semana que la dimensión internacional del grupo, con una capacidad instalada de casi 42.000 megavatios, una producción de 160.000 gigavatios/hora, y 21 millones de clientes en mercados atractivos y con una dimensión adecuada, sitúan a su grupo en una posición de salida extraordinaria para afrontar una nueva etapa de consolidación y crecimiento de los negocios e incremento de su rentabilidad. Como ejemplo, Miranda señala que su grupo opera en cinco de las siete mayores ciudades de América Latina: Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, Bogota y Río de Janeiro.

Las cifras de inversión incluidas en su nuevo plan estratégico, 13.100 millones en cinco años, quiebran la tendencia a la moderación y reducción de las inversiones seguida en los últimos ejercicios (en 2003, por ejemplo, las inversiones totales sumaron 2.482 millones, un 37,4% menos que en 2002). Las previstas para el presente ejercicio alcanzan ya los 2.800 millones.

Un perfil diferente

El crecimiento de Endesa, sin embargo, va a ser de un perfil muy diferente al de los años noventa. No va a volver a entrar en negocios ajenos a la producción, distribución y comercialización de electricidad y gas, ni va a incrementar sustancialmente su presencia en América Latina (las inversiones previstas hasta 2008 en este área, 2.400 millones, están destinadas, fundamentalmente, a concluir proyectos en fase de realización y a labores de mantenimiento). Va a ser un crecimiento fundamentalmente orgánico, desde sus actuales empresas y no a través de la adquisición de otras compañías.

Y tampoco se va a endeudar como en otros tiempos. La financiación de las inversiones tendrá que llevarla a cabo Endesa con el cash flow (flujo de caja) que genere, porque entre los objetivos del plan estratégico figura también una reducción del apalancamiento (entendido como deuda financiera sobre fondos propios más minoritarios) del 1,25 con que se cerró 2003 al 1 en el 31 de diciembre de 2007. Y tampoco le queda mucho margen a la eléctrica, tras las desinversiones realizadas en los últimos meses y años con la venta de activos en España y Chile, para obtener recursos por esta vía -salvo en el caso de Auna- para sus nuevas inversiones.

"El esfuerzo se llevará a cabo de forma compatible con las metas que se plantea la empresa para incrementar el fortalecimiento de su balance y la mejora de su posición financiera", señalan fuentes del grupo. Sus objetivos prioritarios para el próximo lustro son: el mercado español, al que va a destinar el 69% de sus inversiones; una mayor participación de fuentes alternativas al carbón, y menos contaminantes que ésta, en su mix (estructura) de producción; y un mayor grado de calidad en los suministros y en el servicio al cliente.

Respecto al primero de los objetivos, el Plan de Capacidad de Endesa 2004-2008 destina 3.700 millones a la construcción de 5.487 MW en España. De esta nueva potencia, 2.800 MW saldrán de nuevas centrales de ciclo combinado (utilizan gas como combustible) en la Península, con lo que la capacidad de Endesa en este tipo de instalaciones alcanzará los 4.000 MW en este mercado. Por otra parte, 929 MW de potencia irá a los sistemas extrapeninsulares para satisfacer el fuerte incremento de la demanda en estos mercados. Por último, Endesa va a desarrollar 2.098 megavatios en instalaciones de aprovechamiento de energías renovables y 29 MW en tecnologías relacionadas.

En Endesa ponen énfasis, sin mencionar expresamente los problemas de la adaptación española a Kioto y a los acuerdos medioambientales de la UE, en que la totalidad de la nueva capacidad de generación que tienen previsto incorporar de aquí a 2008 corresponde "a energías renovables y ciclos combinados, en línea con las tendencias de política energética que se siguen en España y en Europa". La participación del carbón en la producción eléctrica de esta compañía en España va a pasar del 31% actual al 15% en 2008.

"Las nuevas plantas permitirán hacer frente al incremento de la demanda eléctrica en España, estimado en alrededor de un 16%" para el periodo de vigencia del plan, "mientras las centrales de carbón de la compañía seguirán contribuyendo a asegurar la cobertura de las necesidades eléctricas del país y un adecuado nivel de precios", señalan en Endesa.