Ciencia y Tecnología exige a Telefónica que dé línea a un usuario tras 10 meses de espera

Una simple línea de teléfono fijo parece ser un lujo inalcanzable para 10 familias residentes en la calle de Versalles (Vicálvaro) y para otras 24 del distrito de San Blas que llevan dos años esperando una solución. Como operadora dominante, Telefónica está obligada a ofrecer este servicio, pero asegura que en estos casos las constructoras no dejaron preparadas unas instalaciones que resultan muy caras. El Ministerio de Ciencia y Tecnología exigió hace un mes a la empresa de telecomunicaciones que dé servicio a uno de los vecinos de Vicálvaro tras 10 meses de espera.

Javier Manzano, 43 años, vive desde hace casi un año en un chalé de la calle de Versalles (distrito de San Blas). Hace 10 meses solicitó a Telefónica la instalación de una línea de telefonía fija. Pasaron los meses y Javier y su familia (su mujer y sus tres hijos) seguían teniendo que utilizar tres teléfonos móviles que Javier adquirió cuando se dio cuenta de que la línea aún tardaría y por los que paga no menos de 200 euros al mes. Por fin recibió una contestación de la empresa: su problema se solucionaría lo antes posible, siempre "dentro de la viabilidad técnico-comercial".

La dificultad "técnico-comercial" consiste en que no están hechas las canalizaciones (zanjas subterráneas) perimetrales para alojar las instalaciones telefónicas alrededor de las 10 viviendas unifamiliares que componen la promoción a la que pertenece la casa de Javier. Las 10 familias se encuentran en la misma situación. Pero no son los únicos: a pocos kilómetros, en la colonia Fin de Semana, en el distrito de San Blas, 24 familias más llevan dos años sin teléfono fijo por el mismo motivo. En este caso, algunos vecinos han pagado ellos mismos las canalizaciones, pero ahora falta que el Ayuntamiento homologue los armarios exteriores de conexión.

La compañía de telecomunicaciones no es capaz de precisar cuántos madrileños se enfrentan a este problema. Según Javier, esta situación afecta a toda la zona perimetral de la M-30. Todos los casos tienen tres puntos en común: son viviendas unifamiliares, con alguna arqueta de conexión de Telefónica a poca distancia, pero sin las canalizaciones. Pero a Telefónica le resulta muy caro realizar estas obras que, según sostiene, las tenían que haber hecho los constructores. Sin embargo, los promotores aseguran que ellos cumplen con su obligación preparando las instalaciones dentro de las parcelas y dejando, a pie de fachada, un armario de conexión. Las zanjas, que se han de hacer en la calle, corresponden a las empresas de servicio autorizadas, según confirma la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento: "De parcela hacia dentro, es cosa del constructor; de parcela hacia fuera, de las compañías". Así lo hicieron las empresas de gas, electricidad y agua en los 34 chalés en cuestión.

"Como operadora dominante, Telefónica tiene la obligación de dar el servicio universal de telefonía", aseguran en el Ministerio de Industria. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología (ahora de Industria), le dio la razón a Javier Manzano el mes pasado y exigió a Telefónica que instalase la línea con la mayor celeridad posible. Telefónica debe buscar las alternativas que sean necesarias para que el usuario tenga el servicio, si no, podría ser una infracción grave o muy grave tipificada en la Ley General de Telecomunicaciones, dice el informe.