Fidalgo opta a la reelección con un candidato alternativo por primera vez en CC OO
Moreno se presenta a la secretaría general, mientras Benito desiste de ser el tercero en liza
El 8º Congreso del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) votará hoy entre dos candidatos alternativos a la secretaría general por primera vez en la historia del sindicato. José María Fidalgo opta a la reelección para un segundo mandato y frente a él compite Agustín Moreno, líder del sector crítico. Rodolfo Benito finalmente ha desistido de ser el tercero en liza. Los pronunciamientos que se produjeron ayer sobre las enmiendas a las ponencias oficiales permiten anticipar que el actual secretario general contará tras la votación de hoy con unos apoyos en torno al 60% de delegados.
Los respaldos de cada uno de sus contrincantes no quedaron claros porque parte de sus seguidores votaron juntos. Por ejemplo, en la enmienda de totalidad presentada por el grupo de Benito, que fue rechazada. Los dos sectores de oposición reconocen "coincidencias" pero no una alianza.
Los 1.001 delegados tendrán que emitir hoy tres pronunciamientos importantes. Primero deben refrendar, o rechazar, la gestión de Fidalgo en su primer mandato de cuatro años que culmina con este congreso. Se trata de una votación a mano alzada en la que se esperan pocas sorpresas. Avanzada la jornada, y en una urna, dejarán constancia secreta de si revalidan al actual líder o eligen a Moreno.
Una tercera votación despejará los apoyos que tiene tanto el sector de Fidalgo como los dos grupos críticos para conformar la comisión ejecutiva que, estatutariamente, debe reflejar el peso de cada una de las corrientes. La existencia de varias listas para la ejecutiva es habitual en CC OO.
Rodolfo Benito ha decidido no presentarse a secretario general porque cree que "una tercera candidatura distorsionaría lo que se debate en este congreso", que a su juicio es que "trece organizaciones se han pronunciado mayoritariamente en contra de Fidalgo". La consigna que ha dado a su gente es no votar al actual secretario general y elegir entre apoyar a Moreno, voto en blanco o abstención.
En la defensa que hizo de su enmienda de totalidad, Benito aseguró que la gestión de la dirección en los últimos cuatro años ha provocado que "el sindicato haya perdido la iniciativa" en el diálogo social y frente al Gobierno del Partido Popular. El dirigente Fernando Puig le respondió que, quien fue destituido como número dos de la central hace dos años, "ha configurado una minoría que no quiere reconocerse como tal" y ha adoptado una actitud de rechazar cualquier propuesta que presenta la dirección. Asimismo le reprochó que no admita que CC OO se ha consolidado como primer sindicato del país.
Moreno explicó la decisión de competir por la secretaría general para así poner de manifiesto que hay un modelo sindical distinto, que pide un giro a la izquierda y con un equipo que lo puede hacer posible. Reclama "un acuerdo que respete la convivencia democrática de los tres sectores".
La intervención de este dirigente, tras rebasar dos veces el tiempo asignado, desató los reproches de la presidenta del Congreso, María Jesús Paredes, quien le espetó: "Ya está bien que los santones del sindicato no cumpláis las reglas". Uno de sus seguidores, el andaluz Rafael Fernández Serra, pidió a la dirección "gestos que corten la sangría y la demonización de aquellos que discrepan".
Desde la mayoría, los dirigentes de las organizaciones más fuertes, como Ignacio Fernández Toxo (Metal), Joan Coscubiela (Cataluña), Julio Ruiz (Andalucía), Joan Xifré (País Valenciano), Julián Jiménez (Transporte) o Miguel Segarra (Administración Pública), hablaron más de estrategia sindical que de peleas internas. En especial Toxo, que apenas hizo una breve alusión a las acusaciones de los críticos, para sostener que, además de exigir respeto a la pluralidad, respeten ellos también "las decisiones que se aprueben mayoritaria y democráticamente y las reglas que han de ser compartidas".
Toxo, quien previsiblemente será a partir de la próxima semana, el nuevo máximo responsable de Acción Sindical y Política Industrial, aseguró que la central debe estar alerta para dar respuestas a los desajustes del mercado laboral, para dejar en el olvido la máxima de que "la mejor política industrial es la que no existe" y para defender que "la mejora del poder adquisitivo de los salarios es compatible con la mejora de la competitividad y la productividad".
Joan Coscubiela subrayó que "los problemas del mercado laboral no son de flexibilidad, sino de modelo productivo", y reclamó a las empresas que se comprometan en corregir la falta de productividad que es consecuencia de la ausencia de inversiones.
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