Ronaldinho visto por el enemigo
Los ejecutivos del Madrid, contra lo que opinan los jugadores, desprecian al ídolo que no ficharon
Ronaldinho Gaúcho se acerca. Se percibe en la inquietud del técnico del Madrid, Carlos Queiroz, en sus jugadores, que prefieren escabullirse sin ser vistos, nerviosos, concentrándose en un partido que puede decidir la temporada. Y se percibe en los hombres del presidente Florentino Pérez, que intentaron contratarlo para el Madrid el año pasado y que el domingo le verán con la camiseta del enemigo inexorablemente puesta.
El técnico del Madrid, Carlos Queiroz, estuvo dos horas encerrado en su despacho tras el entrenamiento de ayer. Le preocupaba una cosa: tener tan pocos marcadores natos frente al Barça. "Tenemos a Guti debilitado por una amigdalitis, a Pavón sancionado, a Mejía sin poder entrenarse... ¿qué hago si se lesiona Helguera o Raúl Bravo? ¿A quién pongo de centrales?"
Queiroz quiere al menos a Helguera en el eje de la defensa. Quiere por lo menos a un central experimentado, nada de juveniles, para frenar a Saviola y a Ronaldinho. Y quiere a un medio centro que sepa "moverse en horizontal", como hacían Makelele o Flavio, para cortar las líneas de pase del medio campo del Barcelona a los delanteros.
"Ronaldinho es un número uno", aseguraba Roberto Carlos el miércoles, con conocimiento de causa. Los dos pertenecieron al equipo que ganó la Copa del Mundo en el Mundial de Corea y Japón, en 2002. "En dos años será el mejor del mundo. Marcará una época. No lo comparo con Zico, ni con Pelé. Hablo de mi tiempo. Ronaldinho está al nivel de Rivaldo y Ronaldo. ¡Y sólo tiene 24 años!".
Mejía, central madridista que podría enfrentarse al brasileño pasado mañana, si se recupera de una lesión, dice: "En el uno contra uno es como Zidane. Tiene un manejo de balón impresionante y siempre te sale de una manera diferente; por los dos lados y con la potencia de Ronaldo".
Helguera, por su parte, aprovechó la conferencia de prensa que celebró esta semana para decir que el brasileño es uno de los mejores jugadores del mundo: "Ese jugador es para que esté en el Madrid".
"Nunca tuvimos en la cabeza a Ronaldinho", dijo Florentino Pérez esta semana, en la SER. "Tuvimos a Beckham y fuimos a por él". Otras declaraciones del presidente, como la que hizo en Radio Montecarlo, lo desmienten. Fue hace un año, cuando Ronaldinho todavía jugaba en el PSG y el Madrid intentaba convencerlo de que esperase un año más en París: "Este año no es posible que fichemos a Ronaldinho, pero el año que viene no lo descartamos".
El año que viene es hoy. Después de un intento fallido de contratarle, el media punta se fue al Barcelona. Y el domingo jugará en el Bernabéu luciendo esa sonrisa de piraña que le opone al galante Beckham, y que, según los hombres del presidente, no sirve para anunciar cosméticos. "¡Qué feo es Ronaldinho!", dijo uno de ellos hace dos meses, antes de la final de Copa. "No compensa ficharle. ¡Es que te coge una marca y te la hunde! Entre Ronaldinho y Beckham, me quedo cien veces con Beckham. No hay más que ver lo guapo que es Beckham, la clase que tiene, la imagen que transmite... ¡Toda Asia está enamorada del Real Madrid gracias a Beckham!".
Beckham ha superado a Ronaldinho en Asia. En los campos de la Liga, no. Primero porque juega en una posición que apenas le permite pisar la zona de definición. Segundo porque no tiene el poder desequilibrante del brasileño en el mano a mano. Ronaldinho se mueve donde las marcas aprietan y da menos pases porque no tiene más que un punta por delante; Beckham toca más la pelota y da más asistencias, pero es menos decisivo.
Dice José Peckerman, el ex coordinador de las selecciones de Argentina: "Ronaldinho desequilibra y al mismo tiempo mira a sus compañeros. La gente paga para verlo hacer esa jugada que yo llamo el chicle. ¿Cuánto tiempo hacía que no veíamos un chicle tan bien hecho?".
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