"Si ganamos al Madrid, podemos ser campeones"
Laporta atraviesa por uno de los mejores momentos desde que asumió la presidencia, en junio pasado. Transmite la sensación de disfrutar de lo lindo con el juego y los resultados de su equipo y la tranquilidad de quien ha enderezado el rumbo del club en lo económico, en lo social y empieza a ver la salida del túnel también en lo deportivo, tras cuatro años y medio sin títulos. Le estimula el clásico y el momento en el que llega.
Pregunta. ¿Cómo ve el partido?
Respuesta. Me da la sensación de que se han recuperado los Madrid-Barça de antes y de que las fuerzas están muy igualadas. Uno se basa en las individualidades y el otro en un equipo sólido, aspectos que representan la filosofía de ambos clubes. Tenemos más a ganar que a perder. Si perdemos, cumpliremos el objetivo de acabar entre los cuatro primeros, sin que signifique renunciar a ser terceros, segundos o primeros. Si ganamos, todos estarán alerta. Es importante que este año ya estemos ahí. No tiramos la toalla. Somos conscientes de que, ganando al Madrid y el resto de partidos [los dice de carrerilla], Espanyol, Celta, Racing y Zaragoza, podemos ganar la Liga.
"El Barça es un equipo con referentes, pero que tiene también jugadores de clase media"
"Cruyff se ve reflejado en Ronaldinho y le protege porque no quiere que le pase lo mismo que a él"
P. ¿Sería una proeza ganar en el Bernabéu?
R. Nuestro objetivo no es ganar sólo allí. Queremos hacerlo en todos los campos. Pero está claro que se trata de un partido diferente, que nos produce una especial satisfacción ganar. Pero de hacerlo, y como presidente del Barça, tendría que contenerme. Respecto a una frase que se ha puesto en mis labios, puedo decir con rotundidad que, por respeto a los madridistas y a los madrileños, nunca celebraría una victoria sobre el capó de un coche en La Castellana. Es más: me da vergüenza pensar que alguien crea que yo pueda hacer algo semejante. En la derrota pero sobre todo en la victoria es cuando uno tiene que demostrar respeto, dignidad y categoría.
P. ¿Se arrepiente de no haber fichado a Beckham?
R. Lo que fue un acierto fue fichar a Ronaldinho. Beckham es un gran profesional y quisimos ficharlo junto a Ronaldinho y Henry. No pudo ser y al final fichamos a Ronaldinho, que ha devuelto la ilusión al barcelonismo.
P. ¿Hubiera rendido más Beckham en el Barcelona?
R. Beckham, en un modelo como el del Madrid, que prioriza las individualidades, ha demostrado ser un grandísimo jugador. Quizá en el Barça, donde se prima más el equipo, sería un jugador más de colectivo, como en el Manchester.
P. Zidanes y pavones. ¿No es lo mismo que ronaldinhos y oleguers?
R. El Barça es un equipo con referentes pero que tiene clase media. Su modelo es muy próximo a los valores de Cataluña: el esfuerzo, el trabajo, las ganas de crecer de forma homogénea.
P. ¿Observa algún parecido entre Ronaldinho y Cruyff cuando llegó al Barça en 1973?
R. Ya en el Catalunya-Brasil [previo al Mundial de 2002] Ronaldinho me recordó a Cruyff por la explosividad de su juego. Y ahora, por su liderazgo, más. Intentamos que se complemente al máximo con jugadores de una clase media alta y que pueda ser el mejor jugador del mundo. Ya era una estrella pero ha explotado en el Barça, un club con una magia especial, en el que esta clase de jugadores pasan a ser superestrellas. El peligro es que muchos lo pretenden.
P. ¿Cómo se previene?
R. Haremos lo que corresponda. Además de la del Chelsea, hemos recibido otras ofertas. Es un jugador que entusiasma.
P. ¿Qué pueden hacer para evitar que se vaya?
R. Ronaldinho posee una calidad humana superior a la deportiva. Es una persona que reflexiona y sabe que es mejor estar en el Barça, donde eres amo de tu persona, que estar en otro equipo en el que ya no. Aquí puede convertirse en el héroe de un pueblo y en el mejor jugador del mundo porque está en el mejor club del mundo. Yo hago esta reflexión: está en un club centenario, con una gran afición, en una ciudad cosmopolita, en un país como Cataluña orgulloso de su identidad. Son tan buenas las circunstancias que envuelven a un jugador del Barça...
P. El agente de Saviola se acaba de quejar de que el club desea renegociar su contrato. ¿Se ha equivocado el club, al menos al plantear ahora la cuestión?
R. Es bueno hacer autocrítica. Tal vez tenemos alguna responsabilidad en cuanto al momento, hace dos semanas. Lo que me sorprende es que se intente negociar a través de los medios. Javier es un jugador encantador y deseamos tenerlo mucho tiempo. Hablé con su madre y con su representante Cabrera Brizuela. Estoy seguro de que él mismo, a posteriori, habrá pensado que no es la forma adecuada para hablar del tema. Su caso forma parte de la reestructuración, muy embrionaria, iniciada por Ferran Soriano [vicepresidente económico] y que en ningún caso comporta una disminución de sus ingresos.
P. ¿Han logrado enderezar el rumbo en lo económico?
R. Lograr el déficit cero era fundamental. Tuvimos que reestructurar una deuda de 70 millones de euros. Lo logramos reduciendo los gastos y aumentando los ingresos. Podemos estar satisfechos. Hemos hecho los deberes. Vuelve a ser un club respetado. Eso ayuda a gestionarlo con libertad. La deuda la hemos reestructurado con un crédito sindicado a siete años y una buena gestión. De manera que cada euro que ingresamos no va ya a parar a un bolsillo roto sino a un bolsillo que hemos cosido y al que hemos añadido unos pantalones nuevos. Hemos recobrado la confianza de proveedores y patrocinadores, que piensen que el Barça tiene presente y futuro.
P. ¿Pueden competir económicamente con el Real Madrid?
R. Sí, con cualquier club del mundo aunque siempre pueden surgir magnates que rompan las reglas del juego. Nosotros y el Madrid tenemos modelos diferentes. Nuestro próximo presupuesto será de entre 190 y 200 millones de euros. No hemos vendido patrimonio para aumentar ingresos. Y eso tiene mucho mérito.
P. ¿Cuál es su balance en el aspecto social?
R. Volvemos a ser una referencia de la ilusión colectiva. Hemos pasado de 105.000 a 121.000 socios y el Barça palpita al compás de los acontecimientos ciudadanos. Hay seis millones de barcelonistas. Y según un estudio, en China, Japón y Corea nos siguen veinte millones más. No somos una marca. Queremos exportar un sentimiento y hacernos fuertes para afrontar los nuevos retos.
P. ¿Cumple el Barça el papel de selección catalana?
R. Mientras no exista, lo cumple porque así lo ha querido la mayoría de catalanes. Con todo el respeto hacia el resto de clubes catalanes, proyectamos nuestros signos identitarios al mundo, sin herir susceptibilidades y con normalidad.
P. ¿Ronaldinho simboliza al Barça y Ronaldo al Madrid?
R. Ronaldinho simboliza mucho más al Barça que Ronaldinho al Madrid.
P. ¿Ha logrado hacer un equipo Rijkaard?
R. Rijkaard no me habla de nombres ni posiciones sino de conceptos. Me pregunta cómo me gustaría que jugara el Barça para que se refleje en el campo nuestra forma de dirigir el club. Él tiene claro cómo tenemos que jugar pero quiere que todos aportemos ideas. Pero tiene convicción y dureza. Lo que pasa es que lo hace con suavidad, con elegancia, con una contundencia que no daña. Es la fuerza de la razón, de la reflexión. Lo hace pensando siempre en cómo mejorar la situación. Nunca se precipita. Combina conceptos nuevos con el fútbol holandés al que le añade dosis del calcio. Ha formado un equipo competitivo. Me gustaría que el año que viene jugáramos como ahora porque hay resultados y espectáculo, como, por ejemplo, la primera parte ante el Málaga. Es un equipo que genera expectativas muy grandes.
P. El equipo bajó el pistón en dos situaciones extremas como contra el Zaragoza en la Copa y el Celtic en la Copa de la UEFA
R. Ha reforzado mucho su mentalidad y eso le ha permitido ser muy regular. Hicimos una mala ronda ante el Zaragoza y ante el Celtic, pese a que jugamos un gran partido en Glasgow y acabamos con nueve, no marcamos ningún gol. Nos falta un punto de épica.
P. ¿Le dolió que sus antecesores no ficharan de nuevo a Ronaldo?
R. Me hubiera gustado tenerlo, pero hay momentos en que se deben tomar decisiones. Cuando no volvió, me sentí desilusionado, máxime si es cierto que fue descartado por el técnico.
Yo confiaba en que se recuperaría de su lesión porque era joven. Ya es pasado. No hay tomárselo a la tremenda.
P. ¿Porqué Cruyff no elogia en exceso a Ronaldinho?
R. Le protege. Se ve reflejado en él y ve el peligro de que le suceda lo mismo. En su primer año triunfó pero no mantuvo el nivel. Hubo muchos cambios en aquél equipo. No hay que hacer ahora cosas estrambóticas. Debemos seguir con Rijkaard y rodear a Ronaldinho de los mejores jugadores de clase media alta que podamos.
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