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Camps niega la crisis pero sigue sin cerrar el pacto con Zaplana

La negociación avanza, aunque los zaplanistas insisten en mantener su cuota orgánica

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, negó ayer en las fiestas de Alcoi que exista crisis alguna en el Partido Popular pese a que sigue sin cerrar el acuerdo con el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, para remodelar la dirección regional de la organización, pendiente hace más de una semana. "No hay ninguna crisis en el PP", dijo Camps. Aunque la negociación parecía avanzar, y a primera hora de la noche hubo quien la dio por cerrada, los zaplanistas insistían en mantener su cuota orgánica.

Campos dice que Fabra está "absolutamente legitimado" para negociar
Demasiadas personas e intereses estrafalarios están haciendo un drama, dice De Miguel
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El consejero de Justicia, Víctor Campos, uno de los hombres de confianza del jefe del Consell, aseguró ayer en los pasillos de las Cortes Valencianas: "Conozco muy bien a Camps y sé que solamente le animaría, en caso de tomar alguna decisión, cuando fuese, en el momento en que él lo entendiese, intentar, desde su punto de vista, mejorar el gobierno de los valencianos". "Ninguna otra razón le afectaría en este sentido", sentenció Campos.

El consejero, que también ocupa el cargo de secretario general del PP provincial de Castellón, afirmó que el presidente de la Diputación y de la organización del partido en la provincia, Carlos Fabra, está "absolutamente legitimado para participar y dar su opinión en el grupo de trabajo creado para elevar algún tipo de conclusión en la dirección nacional" en relación con la remodelación de la cúpula de la organización en la Comunidad Valenciana.

Por parte de Camps actúan como interlocutores Carlos Fabra, imputado por varios supuestos delitos relacionados con el tráfico de influencias, y el consejero de Economía, Gerardo Camps. Mientras que en representación de Eduardo Zaplana intervienen el presidente de Valencia y portavoz parlamentario, Serafín Castellano, y el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll.

Francisco Camps ya tiene garantías de que asumirá la presidencia regional del PP valenciano en sustitución de Eduardo Zaplana, que presentó su renuncia el pasado día 13 por recomendación de Mariano Rajoy. La disputa se centra ahora en quién ocupa el cargo de secretario regional que dejará vacante Camps y si hay algún tipo de remodelación de funciones que afectarían, fundamentalmente, a la vicesecretaría.

Fuentes del PP indicaron que la presión de los zaplanistas se centra en mantener su cuota de poder en la dirección del PP, por lo que reclaman la vacante que dejará Camps en la secretaría general. Un puesto donde se han barajado en los últimos días nombres como el del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll -que inició la recogida de avales para disputar la presidencia regional del PP al presidente de la Generalitat antes de que la dirección nacional del partido sancionase que el puesto debe ser para Camps- y el consejero de Industria, Miguel Peralta. Ambos son hombres de confianza de Eduardo Zaplana.

Camps volvió ayer a coincidir con José Joaquín Ripoll en la romería de la Santa Faz de Alicante. Ripoll recalcó que "no existe ninguna aspereza" entre él y Camps y pidió que no se mezclase la romería con ningún otro tema. El jefe del Consell, por su parte, manifestó "haberse sentido como siempre, unido y muy bien acompañado".

Para la consejera de Bienestar Social y persona próxima a Zaplana, Alicia de Miguel, "se está haciendo por parte de demasiadas personas y demasiados intereses estrafalarios un drama de algo que es absolutamente normal", como es el relevo al frente de la dirección de un partido político.

De Miguel aseguró que "hay personas que consideran que son y quieren llegar a esa presidencia [regional del PP] y lo dicen, otros que también y otros que no. Es increíble lo que se está montando con algo que es absolutamente normal".

Para la oposición, la normalidad esgrimida por la consejera de Bienestar Social no existe. Ayer, la coordinadora general de Esquerra Unida, Glòria Marcos, aseguró que el hecho de que el mediador de Camps con Zaplana sea el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, imputado en varios delitos, muestra "el estado de descomposición interna a la que está llegando el PP de la Comunidad Valenciana". En términos similares se expresó el pasado miércoles el portavoz adjunto del PSPV en las Cortes Valencianas, Antoni Such.

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