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PUGNA ENTRE DOS DIRIGENTES DEL PP

Gallardón y Aguirre echan hoy un pulso por lograr el control de Metro

"Esto sólo puede arreglarlo Mariano Rajoy", aseguran los colaboradores del alcalde

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se disputan hoy un pulso por el control de la empresa Metro. El vicealcalde, Manuel Cobo, anunció ayer "oficialmente" que si Aguirre, no "rectifica" su pretensión de adquirir más poder en el Consejo de Administración de Metro, el Ayuntamiento -que tiene el 75% de las acciones- sacará a esta empresa pública y a la EMT (autobuses urbanos) del Consorcio Regional de Transportes, y asumirá en solitario la red de transporte público dentro de la capital. Cobo garantizó que eso no repercutirá en el servicio, aunque sobre un eventual incremento de las tarifas se limitó a decir: "No tendrían por qué subir".

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El consorcio -que es quien decide la composición del Consejo de Administración de Metro- vota hoy la propuesta de Aguirre, que anoche matizó a la baja: otorgar a la Comunidad una mayoría de siete consejeros sobre 16, a costa de restarle poder al Ayuntamiento (que pasaría de cinco a cuatro) y reducir a la mitad la representación del Gobierno central (de dos a uno). El Ayuntamiento exige que ambas administraciones mantengan la paridad de sus cinco consejeros, y recuerda que la presidenta ha informado de sus intenciones 48 horas antes de la votación, cuando, hasta ahora, las decisiones en ese organismo siempre se habían tomado "por consenso".

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Desde las dos partes se habla ya de "guerra abierta". Sus representantes se cruzaron duras palabras en una tensa jornada. Cobo proclamó: "Esperamos que alguien lleve la cordura a la Comunidad". El consejero de Transportes, Francisco Granados, respondió: "Esas declaraciones son fruto de la precipitación. No quiero ni pensar en las consecuencias. Al final, la cordura prevalecerá". Pero el resultado de la votación es impredecible. La Comunidad y el Ayuntamiento tienen, cada uno, cinco consejeros en el Consorcio de Transportes. El resto se lo reparten los representantes de otros municipios (tres), sindicatos (dos), empresarios (dos), consumidores (uno) y los dos consejeros del Gobierno central, que antes estaban a las órdenes de José María Aznar y ahora lo estarán a las de José Luis Rodríguez Zapatero.

La Comunidad reclama más poder en Metro porque es ella la que paga las ampliaciones de la red y, sin embargo, sólo tiene el 25% de las acciones. Granados lo resumió así: "Quien paga, manda". Cobo replicó ayer que esa frase "se usa en los bares" pero no debe tener cabida en la política, y señaló que "Ayuntamiento y Comunidad pagan al 50% de los costes del transporte de viajeros del metro en la ciudad de Madrid".Desde el Ayuntamiento se aseguraba anoche que la advertencia hecha por Cobo no es ningún farol, que el concejal de Hacienda, Juan Bravo, ya está trabajando para elaborar los nuevos abonos transporte y que el organismo municipal que se crearía si Ruiz-Gallardón saca efectivamente a Metro y EMT del Consorcio Regional se llamaría Consorcio de Transportes de Madrid. "Esto sólo puede arreglarlo ya Mariano Rajoy [secretario general del PP]. Y será Esperanza Aguirre quien tenga que explicar por qué ha decidido romper el consorcio", afirmaron estos dirigentes, que auguraron, además, que los madrileños de la capital "pagarán menos" que quienes usen la red de transporte público controlada por la Comunidad.

El vicealcalde rechazó con tres afirmaciones el argumento de que el Gobierno regional debe tener el control de Metro porque es quien paga las obras de ampliación: primero, dijo, porque "el dinero de la Comunidad de Madrid sale, fundamentalmente, de los impuestos de los ciudadanos de la capital, que son más"; segundo, porque "desde 1985, Ayuntamiento y Comunidad pagan al 50% los costes del transporte de viajeros del metro en la ciudad de Madrid"; y tercero, porque el alcalde "no tiene ninguna intención de meterse en la ampliación de la red de metro que ha prometido Aguirre".

"No queremos decirles ni por dónde ampliar ni cómo. Sólo hablamos del control del funcionamiento del metro como operador de la red metropolitana, de cómo transportar a los viajeros, y en eso debe mantenerse el actual equilibrio de poder. Sobre todo porque estas decisiones hay que tomarlas por consenso, como siempre se ha hecho, y las intenciones de la presidenta las hemos conocido por la filtración de la noticia a dos medios de comunicación [Abc y El Mundo] y sólo 48 horas antes de convocar la votación. Quieren echarnos a nosotros y a los representantes del Gobierno central, demuestran una ansiedad preocupante", añadió Cobo.

El número dos de Ruiz-Gallardón insistió en que, si es necesario, el Ayuntamiento sacará a Metro -que registró 600 millones de viajes el año pasado- y a la EMT del Consorcio Regional de Transportes, montará su propio consorcio sólo para la capital y asumirá la gestión del transporte público en la ciudad. "Por supuesto, si después se puede llegar a un acuerdo con la Comunidad, Metro podría seguir actuando como operador en el resto de la red, fuera de Madrid. Eso si Aguirre no tiene otra cosa en la cabeza y quiere que sean otros los operadores...", dejó caer el vicealcalde, en referencia a empresas privadas que podrían hacerse con la gestión del suburbano.

Cobo no quiso entrar a calcular cuánto dinero tendría que invertir el Ayuntamiento para montar ese Consorcio de Transportes municipal, aunque adelantó: "Si hay que renunciar a otras cosas, renunciaremos". Preguntado por si, además de ajustar el presupuesto, podría acudirse al capital privado, el vicealcalde contestó: "Lo estudiaremos. Pero es más fácil que esa fórmula se acabe adoptando en las líneas de fuera de la capital [la parte de la red de metro que quedaría bajo control regional]. A lo mejor, esta operación tiene derivadas de ese tipo".

Por su parte, el equipo de Esperanza Aguirre, que mantuvo durante todo el día su exigencia de lograr nueve consejeros en Metro sobre un total de 16 y expulsar a los representantes del Gobierno central, afirmaba anoche que su última oferta está en siete de 16, y que no cederá a las advertencias del alcalde.

Pagar dos veces un viaje

Si el Ayuntamiento cumple su amenaza de dejar hoy el Consorcio Regional de Transportes -en el que está integrado desde 1986-, los usuarios del transporte público se encontrarán con que, por primera vez, el popular abono transporte no les servirá para pasar de un municipio a otro sin ningún tipo de cortapisas: cada vez que el metro, el autobús o el cercanías entrase o saliese del término municipal de Madrid, tendrían que pagar un nuevo billete, ya que el viajero pasaría de una red de transportes de la Comunidad a otra independiente del Ayuntamiento, o viceversa.

El Gobierno regional tendría su propio consorcio -que integraría la red de Metro exterior a la capital y los autobuses interurbanos-, mientras que el Ayuntamiento -que crearía su propio Consorcio Municipal- sería el responsable de unos 100 kilómetros de suburbano en la capital y de la EMT. No está claro qué pasaría con los trenes de cercanías de Renfe.

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