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Localizado por el móvil un banderillero que pasó tres días en su coche siniestrado

El banderillero ecijano Antonio Pérez, El Pere, subalterno de la cuadrilla de Manuel Díaz El cordobés, permanece en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Reina Sofía de Córdoba, después de ser rescatado el pasado lunes de su coche, en estado de coma, tras haber sufrido un accidente en la madrugada del viernes al sábado en la N-IV, entre Córdoba y Madrid.

El Pere había salido de su casa de Écija a las cuatro de la madrugada del viernes con destino a Madrid para arreglar prendas del traje de torero en un sastre de la capital y su familia no había tenido noticias de él durante todo el fin de semana. El pasado lunes, su esposa, Consuelo de Soto, convocó a los medios para denunciar la desaparición de su marido, tras haber denunciado a la policía y solicitado a a la empresa Movistar la localización de su teléfono móvil, que estaba encendido pero al que nadie contestaba.

Durante la convocatoria de prensa del lunes, De Soto recibió la noticia de la localización de su marido, que se encontraba en estado de coma en el interior de su vehículo, oculto entre unos eucaliptos, a donde había caído tras salirse de la carretera.

El banderillero se encuentra aún en estado de coma y precisa de ventilación mecánica. Según su mujer, los facultativos que le atienden han informado que El Pere sufre traumatismo craneoencefálico y que los tres días que permaneción en el coche en coma sin recibir asistencia le han causado daños en los pulmones, el hígado y los riñones.

Consuelo de Soto se lamentó ayer que cuando el pasado sábado denunció la desaparición de su marido y solicitó que fuera localizado a través del sistema GPS de su móvil, la policía tuviera que solicitar una orden judicial que no fue concedida hasta la mañana del pasado lunes. De Soto dijo entender que "la ley impida, para respetar la privacidad de las personas, que se pueda localizar a un desaparecido", ya que puede tratarse de una marcha voluntaria, pero se lamentó: "en el caso de mi marido, hoy no estaría tan grave si se le hubiera encontrado antes y no tres días después de haber tenido el accidente". "Siempre supe que le había pasado algo, pues él no se habría marchado voluntariamente sin avisar ni tan siquiera a su madre, y no hubiera faltado a trabajar el sábado sin decirlo".

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