Fotoprimavera en Zarautz

Las Jornadas Fotográficas organizadas por el Photomuseum que se están celebrando en Zarautz cumplen este año su duodécima edición. Aunque todavía no esté lista la nueva sala de Villa Manuela, en la que todos los aficionados ponen grandes esperanzas, las cuatro exposiciones organizadas para la ocasión lucen con desigual mérito en uno u otro espacio cultural. En Sanz Enea cuelga Alberto García-Alix (León, 1956). Se trata de una serie de fotos de contenido muy variado que encuentran sentido bajo el título Eco de mis pasos. Son instantáneas en blanco y negro resueltas en formato de 35mm. Una de aquí otra de allá, forman retazos de una autobiografía muy peculiar, todas dentro de una estética de arrabal urbano que dificulta aproximarse con piadosa ternura a los personajes. Un peculiar sello con el que el autor (Premio Nacional en 1999) caracteriza la mayor parte de su obra.

Enrique Sáenz de San Pedro (Vitoria, 1942), reproductor fotográfico de la pinacoteca del Prado, se decanta en esta ocasión por una colección de paisajes urbanos que se pueden ver en Torre Luzea. Los presenta dentro de un formalismo estricto que guarda las líneas verticales de los edificios y deja que los bloques de hormigón hablen por sí solos, aunque en ocasiones permanecen mudos. En su trabajo adquiere demasiado peso compositivo el abigarramiento de casas y mobiliario urbano, fórmula demasiado esquiva para una clara transmisión de ideas, seria dificultad para comprender la lírica que seguro busca este fotógrafo.

La galería Zazpi presenta a Juan Rodríguez (A Coruña, 1960), un especialista en fotografía arquitectónica, aunque también aborda temas publicitarios, moda y reportaje documental. En esta ocasión se aproxima a la imagen como herramienta para el transporte del pensamiento, buscando un espacio entre los límites que marcan la ficción y la realidad. Se adentra en lugares repletos de ambigüedad recurriendo a siluetas humanas que desde la sombra nacen para contrastar sobre espacios inundados de luz o para, con su movimiento al deambular por las calles, conformar un halo trasparente de insinuación y fantasía.

José Miguel Llano (Barakaldo, 1963) concurre en la galería Bidea. Colaborador en diferentes revistas, cubre un amplio espectro temático desde sistemas de captación digital. Esta ocasión presenta una serie de imágenes en color que denomina Estructura Urbana. Enseñan vistas de distintas ciudades del mundo, un abanico demasiado amplio que involuntariamente se pierde en evidencias gráficas demasiado manidas.