Caldera creará un sistema de ayuda a todos los dependientes y discapacitados
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se propone crear el cuarto pilar del Estado de bienestar. Ayer, en su toma de posesión, anunció que regulará un nuevo derecho con carácter universal, similar al vigente en materia de pensiones, educación y sanidad. Sus destinatarios son los 3,5 millones de personas dependientes y de discapacitados (ancianos, jóvenes, niños o enfermos crónicos) que, por sus minusvalías físicas o psíquicas, requieren cuidados constantes en su vida cotidiana, y de ellos un millón sufren una dependencia total o severa.
El PSOE se propone poner en marcha redes de protección, residencias, centros de día o asistencia domiciliaria, y tapar un agujero negro ahora cubierto por las familias y con los sistemas muy limitados que tienen en vigor algunas comunidades autónomas y ayuntamientos. La competencia de la Administración local y autónoma en esta materia hará que el nuevo sistema se ponga en marcha tras un diálogo global con todas las partes implicadas.
El Gobierno propone que la financiación sea compartida, y asimismo prevé la presencia de la iniciativa privada y las empresas en la prestación de esos servicios sociales.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales planea que ese complejo sistema de atención a personas dependientes tarde unos siete años en culminarse, pero su intención es que el próximo año cuente ya con financiación presupuestaria y con las primeras medidas. Según sus palabras, "la inversión social es rentable económicamente". De hecho, se cree que es un importante yacimiento de empleo que los expertos estiman en 100.000 puestos de trabajo directos.
Pacto sobre inmigración
El ministro Caldera se propone asimismo atender al "gran fenómeno, que no problema, de la inmigración". Para ello impulsará un pacto de Estado con las comunidades autónomas, los partidos políticos, los empresarios y los sindicatos para debatir un "código regulador para la integración" de los ciudadanos extranjeros.
En relación al mercado laboral, Jesús Caldera mostró su "preocupación por el empleo y su calidad", y aseguró que no es posible abordar la precariedad de los contratos sin el concurso de patronal y sindicatos. El ministro quiere "recoger la herencia positiva de anteriores gobiernos y modificar poco a poco" las normas.
Asimismo, Jesús Caldera reforzará la Inspección de Trabajo con el objetivo de luchar contra la precariedad y la siniestralidad laboral, las más elevadas de la Unión Europea, y se propone también mejorar la intermediación de los servicios públicos de empleo.
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