Volatilidad en zonas altas

El Ibex 35 logró el martes un máximo anual en 8.444,30, después de un fulgurante proceso alcista de apenas cuatro semanas, pues el 15 de marzo el indicador de referencia marcaba mínimos al cerrar en 7.699,1. La fortaleza de la recuperación motivó alguna duda sobre su continuidad.

La Bolsa española alcanzaba en el inicio de la semana un nuevo máximo anual del Ibex 35 al concluir en 8.444,30, nivel que no disfrutaba desde el mes de marzo de 2002, además de ir acompañada la subida con un excelente dato de contratación superándose los 2.500 millones de euros. Los principales factores que llevaron a la renta variable a cotas máximas vinieron más del exterior que de la economía española. Así, las buenas previsiones de resultados empresariales y la recuperación del dólar frente al euro animaban a los inversores a tomar posiciones. Las plazas más relevantes del continente europeo tuvieron incluso mayor actividad compradora.

En las dos sesiones centrales de la semana se produjo una corriente vendedora que, sin ser demasiado acusada, sí hizo pensar en que la rapidez en la revalorización de los precios en las últimas semanas suponía un freno en la tendencia al animar a recoger beneficios. El miércoles, las bolsas europeas abrieron en todos los casos con pérdidas en torno al 1%, fundamentalmente por los descensos en Wall Street del martes, que tuvieron su continuidad por el dato de la inflación de Estados Unidos. En marzo, los precios repuntaron un 0,5% y suponía el cuarto incremento mensual consecutivo, por lo que los argumentos sobre una posible subida de tipos por parte de la Reserva Federal empezaron a valorarse seriamente.

Pero lo mejor de la semana vino en la jornada de cierre, al comprobar que el proceso de reajuste de precios no duró demasiado y los precios volvían a los niveles con los que comenzaron el ciclo. La Bolsa española, y también las principales europeas, disfrutó de una sesión netamente alcista, y ello a pesar de que algunos factores clásicos jugaban en su contra, como la recuperación del euro, que superó el nivel de 1,20 dólares. La inesperada caída en el índice de confianza de la Universidad de Michigan correspondiente a abril tranquilizó los ánimos, ya que puede suponer una retraso en las expectativas de subida de tipos de interés en Estados Unidos.

La revalorización en lo que va de año del Ibex supone un 8,41%, el nivel más alto de los principales indicadores bursátiles, y con el cierre del viernes en 8.387,90, se queda a muy poca distancia del máximo anual registrado el pasado martes. Para los próximos días, los inversores estarán muy atentos a los resultados de las principales empresas en el primer trimestre y a los datos de la economía americana, pues todo indica que la fortaleza de su crecimiento puede propiciar a corto o medio plazo la primera subida de tipos de interés de la Reserva Federal en muchos años.