EE UU suspende seis meses a la auditora Ernst & Young
La firma pagará una multa por violar las leyes de independencia
La conducta de las auditoras vuelve a estar en la picota. Ernst & Young, una de las cuatro grandes del sector, ha recibido una severa reprimenda de la autoridad reguladora de los mercados estadounidenses, que le ha prohibido firmar contratos con nuevos clientes en ese país durante medio año (la mayor suspensión impuesta en EE UU) y obligado a pagar una multa de 1,7 millones de dólares por violar las reglas de independencia.
La acción, anunciada por la justicia estadounidense, es poco usual y saca los colores a una de las cuatro grandes auditoras. Así se cierra el proceso lanzado por la Comisión del Mercado de Valores (SEC, en sus siglas en inglés) hace un año, en el que acusaba a Ernst & Young de haber cometido "repetidas violaciones" de las prácticas contables al realizar labores de auditoría y mantener relaciones de negocios muy rentables con la compañía informática PeopleSoft durante la década de los noventa.
La SEC califica su conducta de "negligente". El juez también fue muy crítico y cargó especialmente contra uno de los socios de la firma auditora, Edmund Coulson, quien hasta 1991 había formado parte de la SEC. Ernst & Young ya ha dicho que no tiene intención de recurrir la decisión judicial y la acatará. Se calcula que logró ingresar en cinco años más de 500 millones de dólares instalando los programas de PeopleSoft en otras compañías. Una relación que, según el juez, va más allá de la de mero cliente.
La sombra de Enron
La imagen de las firmas auditoras quedó seriamente dañada al destaparse un colosal agujero contable en el gigante energético Enron, que arrastró a la compañía a la quiebra en diciembre de 2001 y acabó con la existencia de Arthur Andersen, responsable del control de sus cuentas. En el caso de PeopleSoft, no se cuestiona el trabajo de auditoría realizado por Ernst & Young y se limita a criticar severamente que a la vez realizara para la compañía trabajos de mercadotecnia.
Esta decisión servirá para lanzar un nuevo mensaje al resto de las firmas auditoras. La SEC insiste en que la "independencia" es un principio esencial para preservar la integridad del proceso de control contable. La suspensión de seis meses impuesta a Ernst & Young es la más larga de las decididas en EE UU, y hay que remontarse hasta 1975 para ver un caso similar.
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