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Reportaje:DÍAS DE OCIO

Buda, protagonista de la noche

La espiritualidad del Lejano Oriente inspira varios locales de moda y los llena de lujo y 'glamour'

Buda está en Madrid y es uno de los protagonistas de la noche. Al menos, está representando en algunos de los locales de moda, que lo han escogido como icono e inspiración. El pensamiento espiritualista de Extremo Oriente, con su hincapié en la calma y la meditación, sin embargo contrasta con el uso lúdico y bailable en el que se ha transformado por estos pagos.

En la carretera de A Coruña, en el mismo palacete que hace años albergó el mítico Oh! Madrid y que las últimas temporadas se había transformado en un local de strip-tease para mirones de lujo, se erige desde el pasado febrero Buddha del Mar, un local que en un mismo nombre pretende evocar el espíritu del Buddha-Bar parisiense y el Café del Mar ibicenco.

Nada más entrar se aprecia un enorme busto de Buda, y el control férreo de los porteros, que tienen orden de no dejar pasar a los que no consideren ellos gente guapa. Pero el local merece la pena, y no está de más arreglarse para la ocasión y poder disfrutar del restaurante Ku-Detá, en la planta sótano, con las delicias culinarias de las cocinas vietnamita, japonesa, india y tailandesa, reclinados en unas preciosas camas indias con doseles y velos. Hay pocas, y la fuerte demanda por ocuparlas aconseja reservarlas con tiempo. También hay mesas convencionales, pero el encanto reside en las otras. La planta de arriba es el lugar de las copas y el baile, con una terraza levantada sobre la antigua piscina que dejó Oh! Madrid antes de la expropiación estatal por las obras del carril bus-VAO de la Cuesta de las Perdices. Lujo por todos los lados y mobiliario traído expresamente de Oriente, plagado de figuras y adornos que hacen creer estar muy lejos de Madrid.

En el centro de la ciudad, otro local, Shabay, se anticipó a la moda orientalista. Basado en la figura del príncipe que perdió su cabeza y adoptó la de un elefante, según una leyenda oriental, Shabay destaca por su gran pirámide en la sala de baile y su enorme cama balinesa que invita a la reflexión y el viaje interior. Es un lugar que, sin salir de Madrid, permite disfrutar de un universo de color, ritmo, exotismo y sensualidad y donde, según reza su eslogan, lo contemporáneo se fusiona con lo étnico. Ha realizado grandes actos de presentación diversos, así como fiestas y celebraciones de grandes firmas comerciales e interesantes sesiones de pinchadiscos. Durante la Semana Santa estuvieron invitados los DJ residentes del Buddha-Bar parisiense, que se encargaron desde la suntuosa cabina de la mezcla de los platos de discos y el sonido pregrabado. Volverán. La selección musical es exquisita y han editado su propio disco, que venden en el local. Shabay cumplirá un año el próximo mes de mayo, y ya anuncian una gran fiesta para celebrar el primer aniversario.

Tanto Shabay como Buddha del Mar están orientados a un público pudiente, acaso una contradicción con ese espíritu orientalista, que habla de austeridad y donde la sencillez y la humildad parten como punto filosófico. Ambos han tirado más por lo del "lujo asiático" como concepto. De todas formas, los dos locales disponen de apartados chill-out donde, tras el trajín del baile y el copeteo, es posible el relajo y, casi, la meditación.

Como en los años hippies, los mandalas -esos círculos y geometrías que en el hinduismo y el budismo favorecen la energía positiva individual- y Shivas -deidades de seis brazos- vuelven a decorar algunos locales de Madrid, con el matiz que antes correspondía a una contracultura marginal escasa de medios económicos y ahora es abrazada por las clases sociales más altas que pueden rodearla de todo lujo, glamour y ornamentación. La terraza Ananda, sólo abierta de junio a septiembre en la estación de Atocha, se había anticipado en los últimos veranos en eso de ponerle glamour a Buda, y tras ella han venido las otras. De hecho, algunos de los preciosos muebles que adornaban sus diversas estancias han servido para amueblar parte del Buddha del Mar de la carretera de A Coruña.

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Lo curioso es que la estética budista está presente en otros locales que nada tienen de espirituales ni en su orientación ni en sus contenidos. Es lógico que su figura se vea en los numerosos restaurantes de comida asiática que han proliferado en Madrid en los últimos años, pero no deja de ser raro ver la profusión de figuras de Buda y soldados de terracota en un local como el Café de Braganza, un restaurante muy próximo al teatro María Guerrero, muy frecuentado por actores y personajes del mundillo interpretativo, cuya carta de platos y música nada tienen que ver con el mundo oriental.

Buddha del Mar. Carretera de A Coruña, kilómetro 8,700. Horario restaurante de 13.30 a 16.30 y de 21.00 a madrugada. Discoteca de 23.00 a 5.30. Reservas: 91 357 29 07. Consumiciones: copas, 9 euros; botellas, 100 euros. Shabay. Miguel Ángel, 3. Metro Chamberí. Información y reservas: 91 578 25 22. www.shabay.com Horarios: martes a sábado, de 23.30 a 5.30. Domingos: Karma Shabay, de 21.30 a 4.30. Entrada: 15 euros con consumición.

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