De la Torre dice que mostrar sus diferencias con el concejal de Urbanismo es un alarde de transparencia

No fue una desautorización, sino un alarde de transparencia. De esta forma el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), intentó ayer restar importancia a las discrepancias con su concejal de Urbanismo, Juan Ramón Casero, por la solución que éste había dado a las irregularidades en las obras de un edificio en el centro de la ciudad y por las que ambos han acabado imputados en una querella por presunto delito urbanístico.

De la Torre dijo que Casero "Tiene mi respaldo como concejal" e indicó: "Dije una opinión sobre lo que yo hubiera hecho, que la podría haber hecho privadamente, pero la he hecho públicamente; he sido así de transparente".

El día anterior De la Torre cuestionó que el concejal de urbanismo hubiera resuelto la polémica en torno a esta obra con una multa de 4.890 euros, cuando entendía que la mejor solución hubiera sido demoler lo construido ilegalmente. Ayer el alcalde se ratificó en ello, aduciendo que su opción estaba basada en una supuesta "oportunidad política".

En esta línea, rechazó que sus manifestaciones hubieran supuesto una desautorización ya que el concejal había ejercido la delegación de funciones que tiene y la solución adoptada es "perfectamente válida y legal". "Se trata de una cuestión perfectamente opinable y estamos en un estado de derecho democrático, por lo que dentro de un equipo cohesionado puede haber diferencias de criterios en un momento determinado", señaló.

Juan Ramón Casero, concejal de Urbanismo, se limitó a indicar que "en ningún momento" se ha sentido desautorizado por el alcalde. "Hemos discutido muchas veces, lo que pasa es que no ha salido en los medios de comunicación, como es normal en cualquier ámbito". Casero dijo que su propuesta estaba avalada por informes técnicos y jurídicos que serán explicados en la sesión extraordinaria del consejo de la Gerencia de Urbanismo aplazada para la próxima semana.

A pesar de sus declaraciones públicas, Casero mostró ayer su malestar por la situación que se había creado en una reunión del Consejo de Gobierno Local presidida por el alcalde y con la presencia de la mayoría del equipo de gobierno. En ella, lamentó especialmente la imagen de crisis interna que se había trasladado a la opinión pública.

El malestar es aun mayor entre los funcionarios de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que también se han sentido desautorizados por el primer edil. Técnicos de este departamento han recordado privadamente que De la Torre, en su anterior etapa como edil de Urbanismo, autorizó en varias ocasiones el denominado principio de proporcionalidad que ahora ha cuestionado en esta obra y por el que un promotor es sancionado por una irregularidad en lugar de aplicar la demolición de edificio.

El caso más polémico en Málaga lo llevó personalmente De la Torre con el inmueble de Quinta Clavero, un edificio que se levantó en una privilegiada zona de la ciudad con una planta de más. A pesar de que hubo un acuerdo plenario para demoler lo construido ilegalmente y que fue aprobado por unanimidad, el PP terminó revocándolo cuando dispuso de mayoría absoluta en el consistorio e imponiendo una sanción a la constructora.

Toda esta polémica surge después de que un juez haya imputado a De la Torre y Casero de un presunto delito urbanístico y de prevaricación por supuesto trato de favor al promotor que ha construido el edificio origen de la infracción urbanística.