Enseñanza, mentiras y otras cintas de vídeo
Como profesionales de la enseñanza, defendemos las medidas que favorecen la calidad de la enseñanza pública y por ello denunciamos:
1. Al pedir a la Delegación de Educación de Sevilla una profesora de Filosofía para cubrir una sustitución, se nos responde que no es posible porque no hay profesores de Filosofía disponibles, que en todo caso se podría hacer con profesorado de la especialidad de Latín.
2. Al iniciarse este curso, las delegaciones provinciales ofrecieron plazas al profesorado de Filosofía para impartir Lengua o Historia arguyendo dos razones: que no había plazas de la propia especialidad y que era la única forma de garantizar el puesto de trabajo a interinos.
3. Éran "materias afines que podían asumir", pero conforme a la normativa vigente, los licenciados en Filosofía y Ciencias de la Educación, sección Filosofía, no reúnen los requisitos para ocupar puestos de Lengua o Historia.
4. Los que no optaron por estos puestos fueron convocados días más tarde (el curso iniciado) para sustituciones de Filosofía. Pero a los pocos días fueron obligados a abandonarlas y ocupar vacantes que aparecieron como por arte de birlibirloque. El profesorado que es "colocado y descolocado" deja a su paso alumnado sin clase y se encuentra estupefacto ante la entrega de nombramientos falsos. Y, finalmente, resulta que ¡antes Filosofía para Historia o Lengua y ahora Latín para Filosofía! ¿Qué será lo próximo?
La racionalización de los recursos no puede ser la excusa que justifique un proceso de colocación tan irracional (y, en los casos citados, ilegal) que sacrifica derechos básicos del profesorado, del alumnado y el buen funcionamiento de los centros.
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