La UE busca una posición común ante la nueva resolución de la ONU para Irak

Europa sufre aún las graves divisiones por la guerra de Irak, pero la Unión intenta más que nunca aproximar posiciones ante la crítica situación que se vive en ese país. Los ministros europeos de Exteriores se reunirán hoy y mañana en Irlanda para discutir cómo debe concretarse ese papel relevante de la ONU que reclaman todos los países y, por tanto, cuál debe ser el contenido de una nueva resolución del Consejo de Seguridad.

El vuelco electoral en España, señalan diplomáticos en Bruselas, "pesará sin duda en la posición que Europa adopte en las próximas semanas". Brian Cowen, el ministro de Exteriores de Irlanda, el país que preside la Unión este semestre, ha enviado una carta a sus homólogos en la que les indica que "los acontecimientos de los últimos días ponen de relieve la complejidad y dificultad" de la situación en Irak. Cowen invita a los ministros a debatir cuál debe ser el papel de la UE en apoyo "a la reconstrucción y estabilidad política, económica y social en Irak" y les señala que los asuntos clave son "el papel de la ONU, la preparación de las elecciones en 2005 y la necesidad de restablecer la estabilidad y la seguridad".

Para centrar más la discusión, la presidencia irlandesa ha enviado a los ministros una serie de preguntas que debieran responder. "¿Cuál es nuestra valoración sobre el grado de seguridad en Irak? ¿Se va hacia un deterioro mayor? Hay una creciente polarización entre las diferentes facciones iraquíes? Si es así, ¿se puede contener? ¿Se puede mantener el proceso de transición a la vista de los últimos acontecimientos? ¿Prevemos un papel más amplio de Naciones Unidas en Irak? ¿Habrá voluntad en Naciones Unidas para cumplir ese papel? ¿Sería útil una nueva resolución del Consejo de Seguridad? ¿Qué elementos nos gustaría ver incluidos en esa nueva resolución? ¿Qué papel debiera jugar la Unión Europea en un escenario tras el 30 de junio?".

Las respuestas, sin duda, seguirán siendo diferentes entre el grupo de países que apoyaron desde el inicio la guerra contra Irak, con el Reino Unido a la cabeza, y el de quienes se opusieron a las tesis belicistas de Washington, con Francia y Alemania en primera línea.

Europa, partida en dos

"Europa se partió en dos y eso le sigue restando protagonismo", señalan las fuentes diplomáticas. Reino Unido, Italia o Polonia, con importantes contingentes militares en Irak, "siguen apostando por introducir escasos cambios a la actual política de la coalición que encabeza Estados Unidos", añaden. Por eso, indican, "la clave de un posible entendimiento europeo" sólo puede venir por una aproximación del eje franco-alemán con Londres "que hoy se ve muy difícil". En caso positivo, París y Berlín no han descartado enviar tropas a Irak para las labores de reconstrucción.

"Una nueva resolución del Consejo de Seguridad es necesaria, pero lo importante es su contenido", insisten en la Comisión Europea, porque "tiene que dar paso a un radical cambio de la política en Irak". Ese cambio, precisan, debe nacer del compromiso de los principales líderes mundiales, de los países del área (sobre todo Irán) y de los dirigentes iraquíes. Y el nuevo rumbo, argumentan, tiene que suponer el relevo de la supremacía estadounidense por la hegemonía de la ONU. Pero mientras no haya un nivel de seguridad mínimo, comentan, será muy difícil que la ONU juegue un papel destacado.