Manuel Lapuente, preparador físico
El técnico del Zaragoza, campeón de la Copa del Rey, viaja con ordenador, cámara de vídeo y el acelerómetro, una máquina que mide la fuerza de sus futbolistas
Cuando Manuel Lapuente, preparador físico del Real Zaragoza, saca el ordenador y el resto de sus aparatos, los empleados del club dicen que el despacho de los técnicos se convierte en "la NASA".
En el maletero del coche, Lapuente lleva siempre un ordenador portátil, una cámara de vídeo y la maleta que contiene el acelerómetro, que es como llama a una máquina que sirve para medir la fuerza de los jugadores. "Recopila los datos de la manifestación de fuerza, que es una de las variables que consideramos más importantes en el entrenamiento del futbolista. La empleamos para medir la fuerza en las piernas. Después, conectamos la máquina al ordenador y el programa realiza gráficas de perfiles de fuerza. Además del seguimiento de cada uno de los jugadores, las medias del equipo nos permiten saber quién está por encima y quién por debajo".
Hace cinco años que Manuel Lapuente (Zaragoza, 1970) colabora con Víctor Muñoz, entrenador del Zaragoza. "Entré en el mundo del fútbol gracias a él. Empezamos en el Lleida. Víctor había visto que en otros países se realizaba entrenamiento de fuerza con los futbolistas. Se trata de ejercicios especiales para desarrollar y mantener más tiempo unas variables de fuerza que son importantes para los jugadores".
Después del Lleida, Lapuente trabajó con Muñoz en el Villarreal. En enero de 2003, ambos ficharon por el Zaragoza. "Víctor tiene una preparación impresionante. Estudió magisterio y se licenció en Educación Física. Por su experiencia como jugador y por los conocimientos que tiene como preparador físico, sabe interpretar muy bien lo que suponen las cargas de entrenamiento en el estado físico del futbolista".
Una hoja de cálculo le permite seguir la evolución de los jugadores. El informe diario del entrenamiento lo realiza con el procesador de textos. "Con los gráficos de control de cargas de los entrenamiento puedes ver la evolución de los jugadores. Como ya estamos al final de la temporada, sólo hacemos una sesión de entrenamiento diaria".
En el ordenador guarda los datos de los controles que realiza con el pulsómetro. Lapuente reconoce que no se separa del portátil. "Viajo más con el ordenador que con mi mujer".
Con una cámara Mini DV graban los partidos. "Es la única forma de saber qué es lo que ha sucedido. Los pasamos a un DVD y así los podemos ver en el ordenador en cualquier momento". Echa de menos el sistema que emplearon en el Villarreal. "Lo utilizan varios equipos de primera división. Mediante unas cámaras, que se instalan en los campos, se obtiene mucha información sobre los espacios que utilizan los jugadores, los pases... Y también datos como los kilómetros que recorre cada uno de los jugadores y la intensidad a la que los realizan. Por ejemplo, un portero, que parece que no se mueve, recorre entre cinco y seis kilómetros en un partido".
Cuando finaliza el entrenamiento, al equipo técnico del Zaragoza le gusta jugar partidos uno contra uno. Víctor Muñoz reta a Lapuente. El resultado no deja lugar a dudas. El preparador físico le mete 10 goles, mientras que el entrenador se queda en la mitad. Muñoz juega mejor, pero Lapuente machaca por su forma física... y su edad: tiene 13 años menos.
