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La llegada de López Martos al Ministerio de Medio Ambiente acerca el traspaso de la cuenca del Sur

El próximo director general de Obras Hidráulicas negoció la cesión entre 1990 y 1994

El próximo nombramiento de Juan José López Martos, actual director del Instituto Andaluz del Agua, como director general de Obras Hidráulicas del Ministerio de Medio Ambiente, abre la puerta a un traspaso inmediato de la Confederación Hidrográfica del Sur y a la negociación del modelo de gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dos de las exigencias más antiguas de la Junta al Gobierno central. Ambas administraciones estuvieron a punto de llegar a un acuerdo sobre la cesión de la cuenca del Sur cuando López Martos era consejero andaluz de Obras Públicas (entre 1990 y 1994) y al frente del Ministerio de Obras Públicas y Transporte estaba el socialista Josep Borrell.

Fuentes socialistas y del Ejecutivo andaluz confirmaron ayer que la nueva ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha elegido a López Martos para encabezar la Dirección General de Obras Hidráulicas, que tendrá el cometido de revisar el Plan Hidrológico Nacional que aprobó el PP en la pasada legislatura. El PSOE ya ha adelantado que no ejecutará la principal obra del Plan, el trasvase del Ebro, para el que López Martos tendrá que buscar alternativas.

La paralización del trasvase tendrá una repercusión evidente en Almería, que según el proyecto del Plan Hidrológico recibiría unos 90 hectómetros anuales cuando se concluyese la obra. El director del Instituto Andaluz del Agua, en línea con lo argumentado por la Consejería de Obras Públicas, defiende que las desaladoras y la reutilización del agua son menos costosas económica y ambientalmente. El Ejecutivo andaluz estima que estas alternativas pueden suministrar a los campos almerienses un mínimo de 200 hectómetros cúbicos adicionales al año.

Pero, para Andalucía, la nueva composición de la cúpula del Ministerio de Medio Ambiente tendrá un efecto más inmediato: la aceleración de las negociaciones entre la Junta y el Gobierno para formalizar el traspaso a la comunidad de la gestión de la cuenca del Sur. Narbona, como responsable federal de medio ambiente del PSOE ha tenido diversas reuniones con los sucesivos titulares del Ministerio de Medio Ambiente en las dos legislaturas del PP en las que ha exigido de modo reiterado la cesión de la Confederación Hidrográfica del Sur a Andalucía.

La implicación del que será director general de Obras Hidráulicas de la nueva ministra de Medio Ambiente en el conflicto por el traspaso de la cuenca del Sur es aún mayor si cabe. La exigencia del traspaso data de 1987 cuando el Gobierno central (entonces PSOE) delimitó "el ámbito territorial de los organismos de cuenca" para facilitar la transferencia de las cuencas intracomunitarias a Cataluña, País Vasco y Galicia. De este proceso sólo quedó descolgada la Confederación Hidrográfica del Sur, la única que quedó en manos estatales pese a gestionar ríos que discurren enteramente por territorio andaluz.

López Martos, que fue presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir durante cinco años, se marcó como objetivo relanzar las negociaciones con Josep Borrell. Tras varias reuniones, el diálogo quedó estancado en 1994, último año de López Martos al frente de la Consejería de Obras Públicas, por diferencias económicas en el traspaso, aunque el acuerdo parecía inminente.

Las diferencias económicas entre las dos Administraciones socialistas, sin embargo, no se solucionaron y la llegada del PP al Gobierno central volvió a parar todo. La primera ministra de Medio Ambiente popular, Isabel Tocino, se amparó en que el suministro de agua a Ceuta y Melilla invalidaba el argumento de que la cuenca del Sur era intracomunitaria. A final de su mandato, Tocino admitió que no tenía "reticencias jurídicas o de orden político" para dar luz verde al traspaso, pero su sucesor, Jaume Matas, volvió a paralizar la cesión.

La oposición del Ejecutivo andaluz al Plan Hidrológico Nacional dificultó aún más las negociaciones. Pero cuando fue aprobado y Elvira Rodríguez sustituyó a Matas, el PP recurrió a un nuevo argumento: la existencia de un afluente murciano, la rambla de Canales, del río Almanzora, que invalidaba de nuevo el carácter intracomunitario de la cuenca del Sur. Un argumento sin validez desde 1987, ya que entonces el Gobierno fijó que la Confederación Hidrográfica del Sur comprende "el territorio de las cuencas que vierten al mar Mediterráneo entre el límite de los territorios municipales de Algeciras y Tarifa y la desembocadura del río Almanzora, incluida la cuenca de este río, excluida la de la rambla de Canales".

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