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Los vigilantes de los parquímetros anuncian una huelga indefinida

La totalidad de los trabajadores que realizan la vigilancia en el Servicio de Estacionamiento Regulado (las populares plazas verdes y azules) secundaron ayer la primera jornada de la huelga convocada hasta el próximo viernes, día 16, según los portavoces sindicales de CC OO y UGT. Mañana jueves, coincidiendo con la realización del Consejo de Gobierno, los trabajadores, casi 500, están convocados a una concentración en la plaza de la Villa y no descartan convocar una huelga indefinida. Hasta ahora el gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ha eludido intervenir en el conflicto argumentando que se trata de un problema entre tres empresa privadas y sus trabajadores. Pero éstos, por su parte, apuntan que su trabajo -el control de 43.000 plazas de aparcamiento y la denuncia de situaciones como el estacionamiento en doble fila- afecta directamente a la vida de la ciudad y parte de sus funciones son propias de la policía municipal. Unas funciones que les ha situado en ocasiones en situaciones de inseguridad, habiendo sufrido agresiones por parte de algunos conductores.

Por esa tarea y, con una jornada de 40 horas semanales en turnos rotatorios, perciben un salario de 600 euros mensuales. Una cantidad que Margarita García, de CC OO, califica de insuficiente para vivir en Madrid. Por ello, los controladores de los parquímetros reclaman que su situación salarial y de condiciones de trabajo se aproximen o igualen con la de Barcelona o Valladolid.Eso implica un aumento de unos 400 euros brutos al mes y la negociación de un convenio colectivo del que carecen los controladores de Madrid.

Las movilizaciones de los vigilantes de los parquímetros se iniciaron el pasado mes de febrero en apoyo de sus reivindicaciones. Tras varias reuniones fallidas con la patronal convocaron la primera jornada de huelga el 11 de marzo, pero las movilizaciones pasaron desapercibidas ante el atentado terrorista que sacudió esa jornada Madrid, con 191 muertos, en las estaciones de cercanías de El Pozo, Santa Eugenia y Atocha.

Nuevo contrato

Ayer, los trabajadores protagonizaron concentraciones y pitadas frente a las sedes de sus patronales (EYSA y DORNIER), concesionarias del servicio. El Ayuntamiento hasta ahora se ha limitado cada día de huelga a descontar a esas empresas la cantidad que deberían percibir por la prestación del servicio. Pero se ha negado a la posibilidad de que se renegocie el contrato al alta para que las empresas atiendan las reclamaciones económicas de los trabajadores.

Fuentes municipales señalan que, en todo caso, se plantearía una resolución del contrato para convocar un nuevo concurso. "No parece serio, de cara a las otras empresas que se presentaron al concurso, que se modifiquen las condiciones económicas sin más", afirman en el gobierno municipal.

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